Se trata de tiburones durmientes del Pacífico. Según los biólogos que investigan la zona, estos animales suelen permanecer en un estado de semiinactividad durante décadas, conservando energía y evitando el contacto. El impacto de la vaca en la superficie generó ondas que se transmitieron hasta su hábitat, sacudiendo a los ocho dormilones de su letargo.
Los tiburones más grandes atacaron directa y agresivamente el cadáver, mientras que sus contrapartes más pequeñas exhibieron movimientos circulares cautelosos y deliberados. En particular, los tiburones mostraron distintos movimientos de retracción ocular durante la alimentación. Este descubrimiento marca el primer caso registrado de un tiburón durmiente del Pacífico en el Mar de China
tiburones durmientes del Pacífico
Puede alcanzar hasta 4.4 metros de longitud, aunque se cree que algunos individuos pueden llegar a los 7 metros
Tiburones durmientes del océano pacífico
Entre lo más importante los científicos destacan:
- los tiburones mostraron distintos movimientos de retracción ocular durante la alimentación. La retracción ocular es probablemente una adaptación protectora porque los miembros del género Somniosus carecen de una membrana nictitante, lo que respalda la hipótesis de que la retracción ocular sirve como un mecanismo defensivo durante la alimentación.
- las partículas de agua de mar suspendidas fueron expulsadas de los espiráculos del tiburón, lo que sugiere una función respiratoria auxiliar para estas estructuras.
- el comportamiento de fila observado en aguas profundas se asemeja mucho a los patrones de alimentación jerárquicos que se observan cuando los tiburones se alimentan de grandes cadáveres de ballenas flotando en la superficie.
- No existía evidencia científica previa ni registros documentados de su amplia presencia en las regiones tropicales más cálidas del Mar de China Meridional
El caso no solo ha despertado interés científico, sino también curiosidad entre la población. Muchos se preguntan cómo un hecho aparentemente cotidiano, como la caída de un animal al océano, puede activar procesos tan extraordinarios en ecosistemas desconocidos. Las imágenes captadas por los submarinos muestran siluetas sorprendentes y movimientos que parecen coreografiados, como si las criaturas respondieran a un llamado que nadie entendía