Ya hace varios años que la cerveza artesanal es furor en la Argentina. Sus distintas marcas y variedades vuelven locos a los amantes de esta noble bebida.
Ya hace varios años que la cerveza artesanal es furor en la Argentina. Sus distintas marcas y variedades vuelven locos a los amantes de esta noble bebida.
La elaboración de la cerveza artesanal se ha transformado en una actividad muy popular. Más de uno se ha preguntado cómo se puede fabricar un par de litros y saborearlos en casa. ¿Es esto posible? ¿Es muy complicado?
Cada vez son más los que se aventuran en la elaboración de cerveza artesanal. Aprender cómo hacerla y adentrarse en este fascinante mundo de la cervecería, es altamente recomendable.
Además de tener ganas, la fabricación de este producto requiere de mucha paciencia y disciplina. El resultado final seguramente te dejará más que satisfecho. Pues tendrás tu propia cerveza artesanal en tu casa, para disfrutarla cuando quieras.
La cerveza artesanal está compuesta por cuatro ingredientes esenciales: agua, levadura, granos y lúpulos.
La cerveza artesanal se puede realizar con dos métodos:
El sanitizante juega un papel muy importante para comenzar. Hay que limpiar con profundidad todo lo que usaremos para la elaboración de la cerveza artesanal, sobre todo para que el producto final sea de calidad y no tengamos que lamentar luego sabores no deseados.
En el siguiente paso hay que calentar el agua en el hervidor, a 76ºc. Hervir un lote pequeño de cinco galones (1 galón equivale a 3.7 litros) no debería tomar tanto tiempo.
Llenar una bolsa de granos con estos y sumergirlos durante durante media hora. Moverlos de vez en cuando (asegúrate de que esté bien atada). Al retirarla, enjugar con agua tibia y limpia para lograr más sabor.
Añadir el extracto de malta. Este estará dividido en porciones y tendrá la consistencia de melaza. Tenes que tener un poco de paciencia para poder obtenerlo todo.
La mezcla del agua y extracto ahora se ha transformado en mosto. Calentar lentamente hasta que hierva.
Al igual que los granos, incorpora los lúpulos en una bolsa y dejarla suspendida sobre el mosto por 90 minutos. En este lapso se eliminará aproximadamente un 80 por ciento del sulfuro del dimetilo (DMS), compuesto derivado de la fermentación. Es importante no tapar el hervidor.
Hay que enfriar el mosto luego del hervor. Podemos enfriarlo de manera natural, pero también podemos hacerlo con el enfriador (resulta más efectivo). El enfriamiento del mosto hay que hacerlo rápido para eliminar el DMS y que no se siga produciendo durante este proceso. Podés usar el termómetro para ayudarte.
Cuando ya se enfrió el mosto, es hora de llevar el producto al fermentador. Tiene que ser un recipiente más grande para que tenga lugar la espuma.
En este momento del proceso, tenes que medir la gravedad inicial del mosto (su densidad en relación al agua). Te permitirá saber cómo va progresando la fermentación gracias a la existencia de azúcar (si empieza a desaparecer, vas por buen camino). También te servirá para saber el nivel de ABV (alcohol en el nivel de la cerveza). Determinar la gravedad inicial es posible con el uso de un densímetro. Funciona desplazando el líquido en función de su densidad.
Agregar la levadura para empezar con el proceso de fermentación y producir el alcohol en la cerveza artesanal. El tipo de levadura jugará un papel importante en el sabor y el aroma.
Antes de incorporar la levadura, hay que activarla. Cómo se hace: dependerá del tipo de levadura.
Poner el airlock en la parte superior del fermentador y dejarlo allí sin moverlo por dos semanas. Esto permitirá que el CO2 generado durante el proceso, escape sin que alguna bacteria entre.
La gravedad final te indicará qué cantidad de azúcar quedó presente luego de la fermentación. Te hará saber la graduación alcohólica que tiene la cerveza. Si la lectura es baja, la cerveza será de sabor seco. De lo contrario, si es alta, tendrá un sabor maltoso y dulce.
La cerveza ya está casi lista. Pero una cerveza sin gas es cómo cocinar sin sal. El gas o carbónico en la cerveza es muy importante, ya que ayuda a generar la espuma cuando se sirve.
La carbonatación natural se realiza con el propio CO2 que se genera en una segunda fermentación, donde las levaduras convierten el azúcar (cebado o priming) en alcohol, liberando gas o CO2 necesario para la carbonatación. Para ello se añaden más azúcares fermentables una vez ha que terminado la primera fermentación. Estos azúcares fermentables con los que se ceba la cerveza, pueden ser de diferentes tipos: azúcar de maíz, de caña, extracto de malta o incluso mosto.
Luego de que se cumplió la fermentación final, llegó el momento de envasar la cerveza artesanal. Podés hacerlo en un barril y servirla con muchísima facilidad. Embotellarla te resultará seguramente más barato, pero te hará trabajar un poco más.