Las manifestaciones sociales surgidas en octubre en Chile y las recientes medidas tomadas por el Ejecutivo nacional que le aplican a la compra de moneda extranjera un impuesto del 30% desincentivó la llegada de turistas al país trasandino. Sin embargo, quienes optaron por visitar las playas del Pacífico aseguran no haber tenido inconvenientes y poder disfrutar de un verdadero descanso.
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La cantidad de argentinos, y mendocinos, que decidieron buscar otros destinos y obviar la costa chilena es tan notable que la prensa ya habla de la peor temporada de la última década. Esto se da a pesar de los grandes esfuerzos que han hecho desde el sector hotelero y gastronómico para mantener su atractivo con interesantes ofertas.
Actualmente, la postal de las atiborradas calles y balnearios de Reñaca parece un lejano recuerdo para los comerciantes que lamentan haber registrado una primera quincena de enero para el olvido pero mantienen la esperanza de repuntar.
"Las playas están vacías. Prácticamente no hay turismo, sobre todo argentino. Durante el fin de semana se ve un poco más", comentó Patricia, quien visitó Reñaca. Gabriela decidió viajar con sus hijos y admite haber notado esta misma situación: "Vengo todos los años y veo que los chilenos ahora están muy triste con esta situación. Están esperando que todo mejore cuando se produzca el recambio y los que aún no se decidan pierdan el miedo".
En las tranquilas playas de La Serena el panorama es similar, así lo asegura Alejandro quien resaltó la "conveniencia" en cuanto a lo económico que continúa siendo Chile a pesar del "impuesto país". "El supermercado es un poco más caro que en Mendoza", reconoce.
En lo que respecta al alojamiento, las opciones se muestran más accesibles que incluso en la provincia. "Está mucho más barato que otros años, a unos 200 metros de la playa conseguimos una casa por U$S40", indicó Alejandro.
Patricia, en tanto, asegura que cabañas para tres o cuatro personas tiene un valor de $32.000 (chilenos), es decir, en torno a los $3.000 argentinos.
Las diferencias más notables surgen en los centros comerciales donde el abanico de ofertas se amplía. "Podés conseguir dos pares de zapatillas por $3.000", dice Gabriela. Mientras que Patricia también subraya las intensas campañas lanzadas por las grandes marcas con jugosos descuentos en indumentaria.
Sin disturbios
Para quien ha visitado con anterioridad las ciudades costeras de Chile puede llegar a sorprenderle que algunos bancos, comercios y shopping hayan decidido mantener sus persianas metálicas abajo incluso en horario de atención. Es que, mayormente las cadenas internacionales, han mantenido este tipo de precauciones luego de algunos incidentes.
A pesar de esto, quienes viajaron al vecino país aseguran que la calma reina en las calles. "El domingo se hizo una manifestación en la playa, los comerciantes nos advertían y se notó un incremento en la presencia policial pero no pasó nada más", remarca Patricia.
Alejandro comentó su experiencia al encontrarse con una de las manifestaciones que se llevan adelante cada viernes desde el inicio del conflicto: "Nos fuimos hasta Coquimbo a comprar mariscos y en el camino de la costa había un corte, nos desviamos hasta la ruta. Fuera de eso no ha pasado absolutamente nada, ha estado todo muy tranquilo".