Una fuerte tormenta con ocasional caída de granizo marcó a la mañana del lunes en Mendoza, y la ciudad se convirtió en una sucursal de Venecia durante un rato a causa de las inundaciones.
Una fuerte tormenta con ocasional caída de granizo marcó a la mañana del lunes en Mendoza, y la ciudad se convirtió en una sucursal de Venecia durante un rato a causa de las inundaciones.
La precipitación de una importante cantidad de agua en muy poco tiempo hizo que los sistemas que derivan el torrente no aguantaran la presión. Sobre el asfalto corrían ríos marrones, y los conductores intentaron seguir como pudieron o debieron detenerse porque ya era imposible circular.
El material que compartimos a continuación fue seleccionado por el equipo de Grupo América Cuyo, con aportes de periodistas y amigos de Diario UNO, Radio Nihuil y Canal 7.
En Ciudad, la calle Buenos Aires repetía el paisaje torrencial que se multiplicaba en diversos puntos del Gran Mendoza.
En el Oeste de Godoy Cruz, la corriente se llevó un auto que fue hallado mucho más abajo y debió ser retirado por las autoridades utilizando maquinaria.
El conductor se salvó porque se subió al techo del vehículo.
También en Godoy Cruz, la calle San Martín lucía así:
E incluso una mujer rompió en llanto al ver que su camioneta anegada había dejado de funcionar. "Encima venía del médico", lamentó la señora.
Más allá, en Rawson y Acceso Sur, el panorama era directamente lacustre:
Y en Acceso Sur y Boedo la situación no cambiaba:
Cerca, las esquinas de Maipú se veían así:
No faltó algún mendocino que en medio del panorama casi catastrófico apelara al humor, como ocurrió con el conductor de esta familia que compartió un reporte desde las inmediaciones del Arena Maipú:
A media mañana -cuando comenzó a escampar- los mendocinos intentaron volver a sus rutinas como pudieron, entre charcos y goterones. Cada uno con su historia, cada cual con sus preocupaciones.
Y con una certeza en común: por un rato, la tormenta de verano le cambió la cara al Gran Mendoza.