Durante los meses de más frío, principalmente en otoño e invierno, muchas plagas buscan resguardarse en distintos espacios para soportar las bajas temperaturas y conseguir alimentos. Si tu casa no está preparada para ahuyentarlas, las plagas pueden instalarse dentro sin que siquiera lo notes.
Una plaga genera muchos daños a su paso. Rompe objetos, contamina alimentos, deteriora superficies y ataca plantas de jardín o interior sin piedad. Cuando una plaga no se trata a tiempo puede ser perjudicial para la salud de los miembros del hogar.
Existe una plaga visible y asquerosa que suele estar en ambientes subterráneos, húmedos y putrefactos: las ratas.
Estos animales aparecen en casa en otoño e invierno, en busca de un espacio cálido. Expertos en el asunto explican por qué hay más ratas en el otoño.
Las ratas son roedores comunes con características que les permiten adaptarse al frío del invierno. Las ratas tienen mayor actividad en el interior de las casas, comercios y espacios urbanos porque rondan en busca de alimento y refugio.
Al igual que los humanos, la plaga de ratas se prepara en el otoño para soportar en invierno, época en la que escasean los alimentos. Acumulan grasas que van a necesitar cuando llegue el frío.
Estos animales se alimentan de restos de comida, granos, semillas, frutas, verduras e insectos.
Además, arman sus nidos en techos, entrepisos y cámaras de aire. Son animales que rompen todo a su paso con tal de encontrar alimento o armar su casa.
Las ratas se mueven muy rápido y se reproducen con gran velocidad, por ello pueden transformarse rápidamente en un problema. Ingresan a casa a través de las grietas y aberturas.
Las ratas y ratones causan muchos daños estructurales en casa, así como traen en sus patas gérmenes y bacterias que, en contacto con la comida humana, puede traer enfermedades peligrosas para la salud.
La mejor forma de evitar el ingreso de ratas a casa es sellar las grietas y aberturas correctamente y almacenar los alimentos bien cerrados, sobre todo los que se encuentran en depósitos o almacenes.
Cuando la plaga se vuelve un problema, siempre es mejor llamar a un profesional. Sin embargo, puedes colocar algunas plantas que ahuyentan a los roedores como la menta, eucalipto, lavanda e incluso cebollas.