El mate forma parte de la identidad nacional y familiar de los argentinos. Se estima que 9 de cada diez familias tienen en casa un mate. Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate, en 2023 el consumo de mate alcanzó un récord de 325.121.576 kilos de yerba vendidos en todo el país.
La profesión de sommelier no solo aplica a vinos y bebidas alcohólicas. La sommelier argentina Karla Johan ha realizado varias investigaciones sobre el mate y otras infusiones para responder el interrogante de qué mate prefieren los argentinos: dulce o amargo.
Naturalmente la yerba mate es amarga y sin endulzantes artificiales. Es recomendable consumir mate amargo sin pensar en el mito de que el polvo de la yerba puede ser perjudicial para la salud. La experta nacida en Misiones (tierra de la yerba mate) recomienda no endulzar la yerba, sino colocar el endulzante directamente en el agua caliente.
El mate amargo se considera la forma más auténtica y argentina de prepararlo. Es el preferido por la mayoría de los argentinos ya que es un mate cons abro más puro y natural. El mate amargo se asocia a la tradición pionera de los gauchos, el campo y magia de la simplicidad.
En las provincias del Litoral, donde están los principales productores de yerba mate, el mate preferido es el amargo, así como en muchas provincias del interior del país.
Por su parte, el mate dulce ha ganado popularidad entre los más jóvenes o personas que recién ingresan a la cultura del mate. En Buenos Aires, muchas personas experimentan con distintos endulzantes como miel, edulcorantes, azúcar y yerbas saborizadas con yuyos silvestres y saludables.
El secreto para preparar un buen mate reside en el amor, la dedicación, la elección de la yerba y la temperatura del agua. Estos son 3 tips infaltables a la hora de preparar el mejor mate argentino.
Amargo o dulce, el mate representa unión, familia, amistad y buenos momentos.