Cuando se une su nombre y su apellido, distintas corrientes de conocimiento se unen para identificarla: Alicia Contursi, la astróloga del Canal 7 y Radio Nihuil. Pero su vida es mucho más que las predicciones de los doce signos del zodiaco. Es dueña de una vida apasionante.

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Decir sólo Alicia, es hablar de una coqueta dama de 78 años, a los que no oculta y menciona con orgullo, nacida en Buenos Aires, la ciudad del tango. Y decir Contursi es hablar de dos de los más grandes cultores de la música ciudadana: Pascual -el abuelo-, y José María Contursi, su papá.

Tango, el del Bandoneón Arrabalero

Alicia Hebe mucho tuvo que discutir sobre el tango-canción en las aulas de la Universidad El Salvador, como alumna, donde obtuvo el diploma de Licenciada en Filosofía, y luego como profesora en la misma. Según les contó a Carina Scandura y Carlos Hernández en el programa En Primera persona, de Radio Nihuil, "el tango era menospreciado. El penalista Carlos Fontan Balestra, profesor, cantaba tangos en las reuniones. Se lo aceptaba al tango, pero se lo tenía como algo marginal. Discepolo, Homero Manzi, Catulo Castillo, Homero Espósito, no eran considerados como poetas. Estaban fuera de la literatura.", recordó quien fuera presidente de la Asociación Mendocina del Tango y es autora de libros sobre la música rioplatense, entre ellos: “Poetas del tango y el sentir argentino (1917-1959)”.

El abuelo de Alicia, Pascual Contursi, compuso en 1917 el primer tango cantado: Mi Noche Triste, que grabara Carlos Gardel.

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Filosofía y esoterismo

En la propia universidad donde se formó y fue profesora durante 25 años, Alicia tomó contacto con una rama del conocimiento que la iba a marcar para toda su vida. “Siempre fui muy rebelde. Si me decían que no leyera algo, iba y lo leía. En la facultad me estaban formando, es donde te hacen leer a los principales filósofos. Empezás con los presocráticos, Platon, Socrates (aunque no escribió nada), Aristóteles, Plotino, y todos esos pensadores", dijo la astróloga, que agregó: "Yo los había leído con criterio. ¿Porqué no iba a leer a esos temas como el ocultismo?. Me dijeron que no me metiera, una postura de los curas, que era peligroso. ¿Por qué era peligroso el ocultismo?", se preguntó allá en el tiempo Alicia.

Sin embargo, de pasar de la lectura a la acción pasó un tiempo y esto llegó de pura casualidad, si es que la casualidad existe. Su segunda pareja fue la puerta. "Tuve dos grandes amores en la vida: uno es el que fue mi compañero de toda la vida y padre de mi hija, Renato, y el otro había sido antes: Julio Bárbaro (ex titular del Comfer). Renato era un hombre muy especial. Con capacidades y poderes. Poder se sanación y cosas así, y el me llevó, me introdujo en ese mundo.

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"Yo estaba en un conflicto, así, medio depresiva, llevábamos tiempo juntos, pero todavía no teníamos hijos, tenía un problema y los perdía. Y estaba preocupada por él, que andaba mal", recuerda Contursi sobre un gran momento de crisis en su vida.

"Un día voy entrando a la facultad, y me para un señor alumno mío, en la cátedra de Introducción a la Historia. A esa cátedra venía gente que era de la escuela Estudios Orientales, de la misma universidad. Este hombre, que era grande, me pregunta qué me pasa, que me ve mal. Entonces le cuento que mi marido está enfermo, que creo que tiene problemas graves psiquiátricos", le anticipó la joven profesora a su alumno, iniciado en temas espirituales.

Finalmente, le contó algo que a ella la tenía muy preocupada: "Le dije que él me ha contado, que cuando está acostado, desde un ángulo de la habitación se ve a si mismo acostado en la cama. Y a mi me asusta eso", confesó.

El alumno entendió de entrada sobre de qué se trataba ese fenómeno, y empezó a gritar “¡Es un dotado, es un dotado. Quiero conocerlo!”
Le contesté que “pero le dije que Renato estaba depresivo….”.  Pero el siguió diciendo que era “un dotado, y que yo no sabía lo mucho que ellos estaban buscando eso, que eso se llama proyección astral, y al se le produce naturalmente, ¡quiero conocerlo!", recordó Alicia.

Del posterior encuentro de Renato con ese grupo de alumnos de la escuela de Estudios Orientales, el italiano que habían intentado conectarse con el esoterismo en su tierra natal, y aconsejado por un profesor, de que lo dejara "para cuando fuera más grande", Contursi se metió de lleno en el conocimiento de lo "oculto".

Rumbo a Mendoza

"Yo empecé con Carl Gustav Jung, que fue primero discípulo de Freud, luego se separa, y habla de lo que son los arquetipos del inconsciente colectivo, una serie de temas, y justifica la astrología y justifica el tarot. Entonces yo entré por ese lado, por esa puerta grande!", explica Alicia sobre su elección en la línea "junguiana".

"Lo acompañé a Renato, y de todo lo que él hacía, yo no tengo poderes, el que los tenía era él, entonces me sentí cómoda con la astrología, supe que era lo mío", agregó.

"Dejé de dar clases porqué Renato quiso que nos viniéramos a Mendoza, y dando la cátedra no era que me fuera mal, me iba bien, me había especializado en el paso de los alumnos del secundario a la universidad; los cursos de ingreso. Era muy reconocida, llegué a tener u cargo en el vice rectorado como secretaría de planes de estudio y programas", manifestó.

El tema que había tenido muy mal a la pareja pudo ser superado con el cambio de vida. "Gracias a los estudios de ocultismo pude tener mi bebé. No podía… los perdía", expresó con tristeza la licenciada, que continuó recordando: "Me daban cantidades industriales de inyecciones, que eran remedios para sostener el embrazo, y lo mismo los perdía. Luego, haciendo un trabajo de tipo energético y espiritual, quedé embarazada". De allí nació su única hija, Gabriela.

Mendoza no fue un camino de rosas al principio para Alicia y Renato, y apelando a su experiencia en docencia, la licenciada intentó ingresar a la UNCuyo. "Quise entrar en la Universidad (de Cuyo).  Me presente en un concurso para la cátedra de Filosofia y me rechazaron", dijo con dolor. "Yo estaba acostumbrada a ser la “estrellita” en la universidad privada. Entre otras cosas no me reconocieron los antecedentes de la privada -me pusieron “sin antecedentes”- y todo lo que había hecho durante más de 20 años no servía. Fue un rechazo muy duro y un golpe para mi", expresó la astróloga con cierto resquemor.

Luego llegó la separación de su esposo, y al tener que hacerse cargo de su hija -ya adolescente- y su suegra, internada en un geriátrico, Alicia tomó contacto con los medios de comunicación, y comenzó a forjar su carrera brillante de astróloga mediática. "Me hice conocida acá, en Canal 7. Luego, también llegaría la Radio Nihuil, que gran parte de mi vida", dijo emocionada, para finalizar el breve repaso de su intensa vida.

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