Como el color blanco simboliza limpieza e higiene, durante años se ha asumido que el color del baño tiene que ir de ese color en una casa. Sin embargo, la llegada de nuevas tendencias hacen que esta estructura, que parecía inamovible, comience a perderse poco a poco.
En concreto, el color blanco puede ser completamente sustituido por diferentes tonalidades, pero hay una que destaca por sobre las demás porque simboliza una conexión con la naturaleza.
La tendencia que reemplaza al color blanco en el baño
Los tonos tierra (terracota, beige, ocre, marrón) se imponen en el baño para transformar este espacio en un refugio de calma, calidez y bienestar, alejándose del blanco frío para buscar una conexión con la naturaleza.
Inspirados en la arena, la piedra, el barro y la madera, estos colores fomentan el diseño biofílico, reduciendo el estrés y promoviendo la relajación esencial en el baño.
Como sucede con muchos colores, estos tonos se adaptan a diversos estilos (minimalista, rústico, moderno) y se pueden introducir fácilmente a través de azulejos, toallas, accesorios, o revestimientos como piedra sinterizada.
Estos colores no hacen más que sustituir la frialdad del blanco, convirtiendo baños, incluso pequeños, en espacios más íntimos y reconfortantes.
Esta tendencia aporta elegancia atemporal, sofisticación y, gracias a su baja saturación, crea ambientes relajantes, acogedores y armoniosos que nunca pasan de moda. ¿Te animarías a darle un cambio a esta parte de tu casa?
Cada cuánto tiempo se debe limpiar el baño de casa
La limpieza profunda del baño en casa debe realizarse al menos una vez a la semana para evitar la acumulación de gérmenes, bacterias y moho, sobre todo en áreas críticas como lo son el inodoro y el lavamanos. En el caso de no hacerlo, estas pueden ser las consecuencias para tu salud:
- Infecciones gastrointestinales: bacterias como E. coli y virus causantes de gastroenteritis (norovirus, rotavirus) proliferan en inodoros y superficies sucias.
- Enfermedades cutáneas y hongos: el moho y las levaduras en duchas y lavabos causan infecciones en la piel, sarpullidos y alergias.
- Infecciones urinarias: una mala higiene del inodoro aumenta el riesgo de contraer infecciones.
- Problemas respiratorios: el moho y la humedad acumulada pueden desencadenar alergias y problemas respiratorios.





