El Valle de Uco mantendrá la actividad turística abierta pero reforzarán los controles ante el incremento de personas afectadas por Covid-19. Este viernes se confirmó un nuevo contagio y ya son 20 los casos activos en esta región.
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Luego de que se confirmara que en el Gran Mendoza había transmisión comunitaria de coronavirus, el intendente de Tunuyán, Martín Aveiro, pidió que se suspendiera el turismo interno en su departamento. Tras dos semanas, requirió que se revirtiera la medida frente al impacto económico que generaba esta decisión.
Gustavo Soto, de Tupungato, y Rolando Scanio, de San Carlos, no acompañaron la postura de su par. Ambos intendentes radicales decidieron mantener la posición tomada por el Gobierno de Rodolfo Suarez e insistir con el aislamiento voluntario antes de tomar una actitud más drástica.
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Tal como ocurrió el pasado lunes cuando el gobernador anunció que adheriría a la prohibición de reuniones familiares por 15 días que había dispuesto la Nación y que no se permitirían las reuniones en bares.
Es que, el incremento de los casos que se observó en julio no dio tregua y agosto tampoco inició de la mejor manera. Incluso, en solo una semana ya se registró 15 muertes, es decir, más de la mitad de fallecimientos por coronavirus que tuvieron lugar durante todo julio que llegaron a 24, según datos oficiales.
Más controles
Desde Tupungato, Soto defendió la importancia de mantener activa la economía y negó que se esté analizando cerrarse al turismo interno, tal como lo han hecho otros municipios fuera del Gran Mendoza, en referencia a San San Rafael y Malargüe, donde se puede visitar Los Molles y Las Leñas.
"No me pareció nunca correcto cerrar el turismo interno porque, hasta ahora, ninguno de los casos que se han registrado en el Valle de Uco o en el departamento se ha producido por esta actividad", expresó el jefe comunal y marcó su distanciamiento con Aveiro: "Tunuyán tuvo contagios durante las dos semanas que estuvo cerrado. No hay mejor evidencia para demostrar que la actividad en sí no genera transmisión".
También agregó que desde la comuna se están desarrollando capacitaciones sanitarias para todos los prestadores turísticos y se otorga una certificación de "destino seguro".
"Creo que, francamente, estamos en una etapa de conciencia social. Tenemos que entender que esto llegó para quedarse hasta tanto no se tenga la vacuna. Pero, a mi criterio, la verdadera pandemia la padece la economía del país. Si paramos la economía, después tampoco vamos a tener salud porque no vamos a tener con qué financiarla", aseguró Soto, quien abogó por mantener un "delicado equilibrio" entre ambos conceptos.
San Carlos, el menos afectado
Hasta el momento, son cinco los pacientes oriundos de San Carlos, tres de ellos ya fueron dados de alta y pertenecen a la fuerza policial. En tanto, entre los nuevos positivos, se supo que una de las personas pudo contraer el virus en su lugar de trabajo, una conocida empresa de agua embotellada con sede en Tunuyán.
Scanio indicó que todos los contactos estrechos de estas personas fueron aislados, están en buen estado de salud y sin síntomas compatibles con la enfermedad. Mientras que la otra paciente también ya tendría su nexo epidemiológico establecido.
Esta información resulta fundamental y lleva tranquilidad a la comuna aunque no dejan de estar en alerta y realizar controles. "No pensamos en restringir nada por el momento pero esta situación de pandemia nos obliga a ir analizando día a día", aseguró el sancarlino.
Tunuyán volvió a abrirse
La política también cumple un rol en esta pandemia y mientras los radicales eligen abroquelarse tras las decisiones de Suarez, algunos justicialistas optan por medidas más restrictivas.
Es el caso de San Rafael, donde no se ha habilitado el ingreso de turistas que provengan del resto de la provincia. Lavalle y Santa Rosa son otras dos comunas lideradas por el PJ que decidieron aislarse, mientras que Malargüe representa la única intendencia radical que pidió dar marcha atrás con la llegada de visitante, luego de varias protestas que se realizaron por las calles de esa ciudad.
Martín Aveiro solicitó el cierre el 22 de julio pero solo por 15 días. El pedido formó parte de una serie de peticiones que el intendente elevó al Gobierno provincial, entre las que se encontraban la necesidad de reforzar la vigilancia policial en los controles y el acompañamiento de Gendarmería.
Al cumplirse este período, el jefe comunal admitió que la disposición no resultó ser efectiva. "No tiene sentido hacerlo sólo en Tunuyán. Si se toma, debe hacerse de manera regional", indicó Aveiro quien no ha conseguido, hasta el momento, el acompañamiento de sus pares en la región.