¿Quién iba a decir que los hijos de Alem, los nietos de Yrigoyen y los bisnietos de Alfonsín (sin contar en esta lista al tío descarriado de De la Rúa) iban a estar en condiciones de volver a hacer roncha en la política argentina?
En caso de que "roncha" le parezca muy generoso le ofrezco, lector, la opción de hablar de un picor no muy virulento, un prurito.
A ver: no estamos diciendo que los radicales se vayan a largar solos por los caminos del país. Para eso todavía no les da el cuero. Estamos sugiriendo una inesperada suba de las acciones que poseen en esa sociedad política que construyeron con el macrismo a nivel nacional.
En nuestra provincia la situación es distinta porque Alfredo Cornejo no sólo es el gobernador de Mendoza, una provincia a la que ha logrado ordenar y dejarla presentable, sino que además es el presidente nacional de esos radicales que, en apariencia, están resucitando.
Hay que rescatar que en todos estos años de coalición gobernante la mayoría de la dirigencia radical no se ha visto tentada por esa enfermedad tan UCR de querer dinamitar los frentes que ha sabido conseguir.
Incluso una ex radical como Lilita Carrió sigue aún dentro del redil de Cambiemos pese a haber lanzado durísimas críticas y denuncias contra varios de los amigos de Macri.
Aquel velorio, este festejo
¿Cómo olvidar que después del 2001 todos hacían fila para echar un puñado de tierra sobre el cajón donde querían enterrar a aquel partido nacido a fines del siglo XIX para luchar contra el régimen conservador y para difundir la idea de que en política es preferible quebrarse pero nunca doblegarse.
Desde hace varias semanas se viene extendiendo entre los analistas políticos la idea de que Macri, imposibilitado por el momento de mostrar triunfos sobre la inflación o la pobreza, deberá empezar a recostarse sobre algunos de los principales planteos que vienen haciendo sus socios en la coalición gobernante, es decir los radicales y la tropa de Lilita Carrió.
Es como si estos asociados le hubieran dicho al Presidente: "la economía se arregla con decisiones políticas".
Los sabihondos creen que ambos sectores están en condiciones de aportarle a Macri valores políticos que el PRO aún no tiene tan desarrollados. El objetivo es dar con éxito esa pelea de fondo que será la búsqueda de la reelección presidencial en la primera vuelta de octubre y en el balotaje de noviembre.
Obstruir el regreso del kirchnerismo bolivariano o del peronismo civilizado pero desorientado es tarea de políticos zorros y no sólo de gurúes del marketing electoral o de gerentes empresariales.
Yo PASO
El inicio el domingo pasado del fixture de las PASO en las provincias les dejó una buena señal a los radicales. El pampeano Daniel Kroneberger, diputado nacional de la UCR, derrotó en la interna de Cambiemos al ex secretario de Deportes de Macri Carlos Mac Allister. Y será candidato a gobernador de La Pampa.
Los radicales creen que en provincias más importantes, como Mendoza o Jujuy, las PASO se presentarán también muy favorables a ellos. Pero hay que decir que en Mendoza el macrista Omar De Marchi va a hacer todo lo posible por darles una sorpresa, apoyado en el voto de los independientes.
En los festejos de La Pampa el radical Daniel Kroneberger fue más allá y pensando en las presidenciales, lanzó que le gustaría ver a alguien de su partido disputándole la interna presidencial del PRO a Mauricio Macri.
¿Usted se imagina a un candidato apoyado por los radicales que termine haciéndole la pata ancha nada menos al Presidente?
Impensado, imposible, me dirá usted. Eso mismo decían muchos radichetas en 2015 cuando se juntaron en la convención de Gualeguaychú para aprobar o rechazar si se sumaban o no al PRO para formar Cambiemos.