Marinelli defendió el proyecto de ese dique se haría en el río Diamante: "A nivel hidroeléctrico es la obra más importante y factible. Es la que menos riesgo jurídico tiene, en términos económicos costaría U$S500 millones y nos quedarían otros U$S500 millones para las obras hídricas de más urgencias", calculó pensando en que el dique y las obras hídricas se hicieran con el monto que la Nación debe pagarle a Mendoza por Portezuelo del Viento.
El plan de obras que proyecta Irrigación
El Departamento General de Irrigación ideó un banco de obras hídricas que llegó hasta el Consejo Ambiental, Económico y Social y que ahora el Gobierno analiza justamente como alternativa si es que se llegase a caer la adjudicación de la mega presa de Malargüe.
De ese paquete de obras cuyo costo total está estimado en U$S230 millones, hay algunas que están tan avanzadas que podrían comenzarse en el brevísimo tiempo.
"Tenemos obras que están para licitar mañana. Por ejemplo en la zona de Santa Rosa-La Paz, era una zona que ha ido cambiando de cultivo de viñedos a ahora que se observa zona de pasturas o cultivos que son más afables a grandes extensiones de tierras, y allí está programada una obra que es reformular el canal que Santa Rosa La Paz, que si bien está revertido, está destrozado y eso va a potenciar la recuperación productiva", precisó Marinelli.
También añadió que en la zona Norte se está trabajando en la zona de Jocolí, donde hay dos grandes canales que son cauces aluvionales, como son el Tulumaya y el Jocolí, que "tienen tremendas pérdidas, porque tienen un suelo arenoso y poca pendiente. Ahí tenemos proyectos para impermeabilizar la red terciaria" concluyó.