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"Es un fenómeno que se ha detectado en varias provincias y que relataron sus equipos de inmunización. En general son personas independientes, que viven solos o en pareja, pero ya no viven con sus padres o con adultos mayores y que en apariencia sienten que pueden no tener grandes complicaciones si se contagian, y que si no se vacunan no van perjudicar a nadie más. Hay algo de rebeldía desafiante y de cuestionamiento a la vacuna en eso", evaluó la subsecretaria de Planificación del área de Salud, Mariana Álvarez.
Para la funcionaria, en esa actitud reacia a vacunarse, puede influir también la percepción de que hay una mayor disponibilidad de dosis en el país, y que por tanto, en la campaña de vacunación local se suelen abrir fechas para que asistan aquellos que perdieron por alguna razón el turno que se les asignó en una primera instancia.
Hay casos en los que aquellos que tenían el turno para vacunarse un martes, terminaron asistiendo un viernes y sueltos de cuerpo contaron que era para tomarse el día en sus trabajos y que ese fuera para ellos un fin de semana largo.
Como sea esa, en el Gobierno analizan que hacer reflexionar a este grupo etario no será una tarea fácil.
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La preocupación es tal que la primer estrategia fue que fuera el mismo gobernador quien saliera a instarlos a inmunizarse a través de su Twitter, pero además luego fue la ministra de Salud, Ana María Nadal, quien con números en la mano lo resaltó en conferencia de prensa y desde el Gobierno van a apuntar a una fuerte campaña mediática para que esos mendocinos reflexionen sobre la importancia de vacunarse, no sólo para el cuidad de la propia salud, sino también para la protección social ante el virus.
"Como se viene haciendo se va a apelar a la conciencia y la responsabilidad personal, como se hizo con los cuidados de prevención. Luego se irá evaluando cómo se responde a eso y se podrán evaluar otras posibilidades", señalaron escuetamente desde el Gobierno.
Cifras que preocupan
De un total de 285.498 personas, en el segmento entre 30 y 39 años, solo han asistido a vacunarse 168.565, lo que representa 59,04%, el porcentaje más bajo en comparación con las franjas etarias que lo antecedieron. De un total de 244.705, en el grupo de entre 40 y 49 años, se han vacunado 186.077 (76,04%) y 184.482, de entre 50 y 59, se han vacunado 148.914 personas (80.72%). Asimismo, de 81.222 personas que componen el segmento de entre 60 y 64 años se han inoculado 69.405 personas (85,45%) y de 74.479 de entre 65 y 69 años, ya recibieron la vacuna 65.188 personas (87,53%)
En el caso de quienes tienen entre 70 y 74 años (total: 62.146), se han vacunado 56.914 personas, lo que representa 91,58%. Por último, de 44.817 entre 80 y 99 años, se inocularon 40.729 personas (90,88%), y de un total de 54.742 personas, y de 380 ciudadanos de más de 100 años, se han vacunado 154 personas, lo que representa 40,53%.
Córdoba apeló a una sanción
A principios de mes, el Gobierno cordobés tomó una medida que generó polémica, pero que buscaba instar a los empleados públicos mayores de 60 años y con comorbilidades a colocarse la vacuna: decidió licenciar sin goce de sueldo a esos trabajadores estatales que se negaran a recibir su dosis contra el Covid.
La medida buscaba además poder disponer de esos empleados de ser necesario que volvieran a trabajar de manera presencial. “Refiere solamente al grupo de trabajadores que estaban dispensados del trabajo presencial por tener algún factor de riesgo, principalmente los mayores de 60 años con alguna comorbilidad. La resolución establece que quienes estén vacunados, y hayan cumplido los 14 días que establece el protocolo, pueden ser convocados a prestar servicio de manera presencial”, explicó en ese momento Julio Comello, secretario General del Gobierno cordobés.