En 2014, un tribunal presidido por el juez Roberto Uliarte y completado por María Laura Guajardo y Eduardo Martearena condenó a Raimundo Vega por el crimen del letrado. Fue a la pena de prisión perpetua por haberlo asesinado para lograr la impunidad en el delito de robo agravado.
Las pruebas contra el hombre de 25 años fueron irremontables: una testigo ocular que reconoció a Raimundo Vega de la escena del crimen, sangre levantada por los peritos y una filmación de videoseguridad que lo muestra caminando de ida y de vuelta de la casa de Moreno.
El caso Derpich
El asesinato de Marcos Derpich quedó impune. La investigación estuvo a cargo de dos magistrados que lo conocían del trabajo diario en los tribunales: Santiago Garay y Horacio Cadile.
Tenía 46 años y llevaba una década asistiendo a ciudadanos bajo proceso judicial que no podían pagar un abogado defensor particular.
A las 3 de la mañana del 9 de agosto de 2013 su cuerpo fue hallado dentro de su camioneta chocada contra un carolino. En Godoy Cruz, en el cruce de Pellegrini y Corredor del Oeste.
imagen.png
El vehículo donde Derpich fue hallado muerto.
Aunque al comienzo se pensó en la posibilidad de que hubiera sufrido una descompensación, la autopsia fue certera: Derpich había sido asesinado de un disparo de pistola calibre 9. El proyectil fue hallado en el piso del rodado.
Un crimen sin culpables y una sola pista que no condujo a ninguna parte: un hombre llamó al 911 y dijo haber visto al rodado de Derpich detenido a 200 metros de la escena del crimen. Y a una persona bajando para irse caminando tranquilamente.
Hubo dos muchachos demorados unas horas pero nada más. Se ofrecieron recompensas en dinero pero no surtieron resultado positivo.