A los 77 años murió este martes por Covid, el sociólogo Horacio González, reconocido docente, investigador y escritor que fue director de la Biblioteca Nacional y militante peronista.

El periodista Daniel Tognetti fue el que confirmó la noticia del fallecimiento.

https://twitter.com/TognettiDaniel/status/1407414657766367234

Apenas unos minutos después de conocerse la información quien expresó su pesar fue la vicepresidenta Cristina Kirchner, con el siguiente mensaje: "Inmensa pena por el fallecimiento de Horacio González, quien fuera director de la Biblioteca Nacional y uno de los intelectuales más destacados de nuestro país. Mis condolencias a su compañera Liliana, familiares y amigos".

https://twitter.com/CFKArgentina/status/1407420329056681985

Poco después el que también hizo conocer su pesar fue el presidente Alberto Fernández. "Lamento profundamente la partida de Horacio González, ex director de la Biblioteca Nacional. Fue un intelectual comprometido con la realidad de su patria y con las causas justas. Valoro el inmenso aporte que nos ha dejado. Mi abrazo para Liliana Herrero y quienes lo han querido".

https://twitter.com/alferdez/status/1407445176700768260

"Conmovido por la muerte del compañero Horacio González, sociólogo y ex director de la Biblioteca Nacional. Vamos a extrañar su generosidad y su compromiso con el pensamiento crítico. Nos queda su enorme obra. Abrazo a Liliana Herrero y a sus seres queridos", señaló por su parte Santiago Cafiero, jefe de Gabinete.

También dio su impresión el diputado nacional por Mendoza, del Interbloque Federal, José Luis Ramón: "Qué noticia triste. No nos acostumbraremos a que se desprendan de esta vida física quienes han sido grandes intelectuales y actores políticos de Argentina. Un saludo a la familia, amigos y compañeros".

La senadora nacional kirchnerista Anabel Fernández Sagasti lo describió como "un gran compañero, peronista, enorme pensador".

https://twitter.com/anabelfsagasti/status/1407425923259977741

Hace más de una semana, según lo había comentado la intérprete Liliana Herrero, pareja de González, su salud se había deteriorado.

En sus redes sociales, Herrero escribió: "En la dura pelea contra el Covid y sus consecuencias, hoy Horacio González está más frágil: tuvieron que volver a colocarle el respirador y está sedado".

González, que estaba actualmente a cargo del departamento de publicaciones de la Biblioteca Nacional, había ingresado al Sanatorio Güemes el pasado 19 de mayo tras dar positivo de coronavirus.

Hace apenas cinco días, fue el folclorista Juan Falú quién le dedicó unas líneas a González en su Facebook: "Un pulmón busca su aire/Escaso soplo de vida/Batalla cotidiana contra un aire sublevado/El hombre busca su historia/entre sedantes/Piensa en la Patria adormecido/Un pulmón de multitudes acompaña/Parte diario bueno y respira/Parte diario malo y se apena/Sale aire, entra pena/Sale pena, entra aire".

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Horacio Luis González fue autor de una inmensa obra ensayística reconocida ampliamente en el mundo académico, en la que plasmó sus análisis y reflexiones sobre política, cultura, literatura e identidad argentina con cruces inesperados entre figuras y conversaciones de distintos tiempos, y a la que tardíamente incorporó el género de la ficción con la novela Besar a la Muerta.

Ya en sus primeros libros de la década del '90 y antes de convertirse en uno de los intelectuales más agudos de la Argentina, Horacio González empezó a consolidar una obra donde explora muchas de sus preocupaciones y las zonas donde transitan algunas de sus preguntas: La Ética Picaresca de 1992, El Filósofo Cesante de 1995, Las Multitudes Argentinas de 1996 y ese mismo año publica Arlt: Política y Locura de 1996, donde el autor de Los Siete Locos es un digno pretexto para probar los confines de la crítica, el límite entre sus posibles descubrimientos y sus "rechinantes naufragios".

Uno de sus libros más lúcidos y celebrados por la crítica se publicó en 1999 con el título Restos Pampeanos - Ciencia, Ensayo y Política en la Cultura Argentina del Siglo XX, de 1999, en el cual el autor señala que "simple y verdadero sería comenzar este libro con la indicación de que llamamos pampa a un conjunto de escritos argentinos, que son escritos sobrevivientes pero eclipsados o abandonados. De ahí también la cómoda idea de restos. Porque son escritos guarecidos dificultosamente de la desidia. Escritos que fueron elaborados, leídos y en su mayor parte olvidados, a lo largo de este siglo que finaliza".

En ese libro evoca a las figuras de Ramos Mejía, Vicente Fidel López, José Ingenieros, Ameghino, Carlos Astrada, los épicos Martínez Estrada y Leopoldo Lugones, los solitarios Arlt, Macedonio, el batallador Scalabrini Ortiz, hasta concluir en la segunda mitad del siglo con Borges y Perón, Cooke y Trotski, Halperín Donghi, Arturo Jauretche, Hernández Arregui, Santucho y Gombrowicz, Masotta, Walsh, hasta Roberto Galasso, León Rozitchner y un Viñas señalado como último proyecto de la retórica pampeana.

Casi dos décadas después el texto La Argentina Manuscrita - Cautivas, Malones e Intelectuales", publicado en 2018, podría pensarse como una obra que dialoga con Restos Pampeanos.

En 2002, reúne en Retórica y Locura cinco conferencias sobre "temas argentinos" pronunciadas por González en la Universidad de París VIII y en Sa Paulo: El Prologuista Francés y la Locura de los Símbolos: el Incidente Ramos Mejía, Pierre Leroux y Esteban Echeverría: Epigonismo y Autonomía en los Documentos de Ideas Argentinos, Metafísica, Ironía y Lectura Loca en Macedonio Fernández, Existencia y Simulación: de José Ingenieros a Jean-Paul Sartre y La Idea de Mmuerte en la Argentina donde concluye: "Apenas me gustaría agregar que la idea de muerte yace también en ese lector inherente al texto, que lo ha escrito y que también lo niega con su latido de miedo o de muerte. De ahí la visión de la liberación en un lector sin miedo, instancia a ser conquistada y que ronda nuestras vidas."

En 2004 publica Filosofía de la Conspiración. Marxistas, Peronistas y Carbonarios y en 2008 "Paul Groussac: La Lengua Emigrada" de 2007. Este mismo año entre varios libros sobre peronismo lanza: Perón: Reflejos de una Vida y El Peronismo Fuera de las Fuentes, en el cual considera la historia del peronismo posterior al fin de la última dictadura militar y construye la semblanza de algunos de los protagonistas decisivos de esa historia y termina considerando la difícil relación del peronismo actual con los símbolos antiguos.

Sus reflexiones sobre identidades políticas también lo lleva a abordar el kirchnerismo en títulos como Kirchnerismo, una Controversia Cultural, publicado en 2011.

En 2009 escribe El Arte de Viajar en Taxi. Aguafuertes Pasajeras y al año siguiente Historia de la Biblioteca Nacional, de la cual fue su director entre 2005 y 2015. En 2012 Lengua del Ultraje, de la Generación del 37 a David Viñas, mientras que Historia Conjetural del Periodismo - Leyendo el Diario de Ayer es del año 2013 y es uno de los varios libros en los que aborda como objeto de estudio el periodismo. En colaboración tiene varios libros de sociología y trabajos sobre política. Además realiza varias compilaciones entre ellas la Historia Crítica de la Sociología Argentina. Los Raros, los Clásicos, lo Científicos, los Discrepantes.

El género de la ficción llega un poco más tarde a la obra de González, en el año 2014. Bajo el título Besar a la Muerta, en su primera novela despliega saberes y discursos en clave de criollismo paródico, sin dejar de reflexionar sobre el estatuto del acto de habla. Consultado por Télam por ese cambio en la voz del escritor, González respondió entonces: "Cada vez que me sentí dentro de una novela, bajé de un hondazo al novelista y subí en catapulta al ensayista. Estas módicas violencias que pueden arruinar un escrito, son el juego al que me entregué, de una forma mordaz".

Un año después sale Redacciones Cautivas, novela en la que condensa muchos aspectos de la vida social, cultural y política argentina para configurar un relato que aborda los fracasos revolucionarios, el tema de la conversión ideológica y el rol de la prensa en la última dictadura militar, tomando como idea la memoria como ficción. Y en 2020 agrega a su corpus literario Tomar las Armas, donde ofrece una aguda reflexión sobre las organizaciones políticas de las décadas del 60 y del 70 en la Argentina.

Un año antes, en 2019, retoma una de sus pasiones literarias en el plano del ensayo cuando publica el libro Borges. Los Pueblos Bárbaros donde trata de explicar cómo el autor de El Aleph pasó de ser un joven vanguardista a convertirse en un acontecimiento fundacional de la literatura argentina. Este libro retoma antiguas discusiones indagando menos en el ya frecuentado centro que en los aspectos laterales de una obra inconmensurable.

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