"Queremos hacer algo simbólico por nuestros compañeros", señalaron este viernes ya desde el Acceso Sur, aunque advirtieron que si no obtienen una respuesta satisfactoria por parte de las autoridades chilenas, volverán a marchar el lunes.
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La trastienda del paro de camioneros
La medida deja entrever algunas lógicas que es preciso resaltar si se quiere entender el conflicto. Desde APROCAM aseguran que ellos no hicieron el llamado a marchar por la ciudad. Claro: en estos momentos se están reforzando los intentos por avanzar en algún tipo de entendimiento entre las cancillerías de Argentina y Chile, y cualquier movida con aval institucional podría embarrar ese diálogo que, de todos modos, no parece fluir demasiado.
El punto clave del desacuerdo es nítido: los chilenos quieren testear a todos los choferes en Libertadores. Pero eso hace que el paso a Chile se vuelva más lento. Los trasandinos no quieren cambiar ese requisito y los choferes se resisten a acatarlo. Por eso hay miles de vehículos del lado argentino.
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Hace dos semanas que hay miles de camioneros varados en Ruta 7. Los choferes se las arreglan para comer e ir al baño como pueden.
Y la marcha de hoy se adelantó a una actitud con la que había amenazado el secretario general adjunto del Sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, quien dijo el miércoles que "los muchachos están repodridos, si no hay una respuesta del Presidente, de Cancillería, los choferes van a cortar la ruta y no va a pasar nadie".
Ese mismo miércoles, Pablo Moyano se reunió con el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, para analizar el panorama y coincidieron en informar al Presidente sobre "el grave tema para hallar una urgente solución". A su turno, Ricardo Letard -secretario general del gremio en Mendoza- también anticipó: "si nos movilizamos nosotros, llevamos los camiones a Casa de Gobierno".
Hasta ahora el sindicato no tomó medidas de peso, salvo un pedido de Hugo Moyano a Nación y a Cancillería para que se aceleren las negociaciones. Es decir que, de tener éxito, la protesta de hoy podría poner en evidencia la "cautela" -o ausencia, según algunos choferes- que tuvo el gremio ante la situación de más de 3000 conductores que aguardan novedades.
Para Mendoza no es una noticia grata. Un inconveniente que hasta hace pocas horas aparecía lejos está ahora en la puerta de casa. Mientras, Chile insiste en su postura de testear al 100% de los conductores, lo que deriva en importantes demoras para cruzar por el Complejo Libertadores y genera la indignación de los transportistas que han decidido no avanzar hacia ese país hasta tanto no se modifique el criterio.