En una entrevista cargada de análisis social, el arzobispo de Mendoza y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Marcelo Colombo, analizó el vínculo entre la Iglesia y el gobierno de Javier Milei; una relación que parte del periodismo ha definido como "fría".
Marcelo Colombo analizó la relación de la Iglesia y el gobierno de Milei en la víspera de Navidad
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina reflexionó sobre la pobreza, el rol de la Iglesia y la necesidad de tender puentes con el Poder Ejecutivo
La charla se dio en el programa "Primeras voces" (Radio Nihuil), en la última emisión antes de la Navidad. Al ser consultado la sintonía con el gobierno nacional, Colombo aclaró que, si bien hubo un intercambio epistolar cordial, no se ha concretado una reunión formal en estos últimos meses por cuestiones de agenda.
"De parte nuestra como Iglesia siempre está el tender esos puentes y generar ese espacio de diálogo que contribuya a la amistad social", explicó el arzobispo de Mendoza.
"Pero entendemos que el presidente está con muchas actividades, entre las sesiones extraordinarias en el Congreso y los viajes que implica el Mercosur", justificó el referente eclesiástico, restando importancia a las versiones de un distanciamiento.
La Iglesia frente a la situación social
No obstante, la preocupación de la Iglesia por el tejido social es profunda. El obispo advirtió sobre el crecimiento de la pobreza y el impacto del narcotráfico en las poblaciones más vulnerables. Su perspectiva, claro, se contrapone a las versiones oficialistas.
Con un tono crítico hacia el retiro de ciertas políticas, el sacerdote afirmó: "Sin la presencia del Estado hay muchas instituciones que se vienen para abajo". Para Marcelo Colombo, la falta de acompañamiento estatal permite que el narcotráfico gane terreno generando dependencia.
Finalmente, el referente de la Iglesia lamentó que el gobierno nacional y el Poder Legislativo no lograran avanzar en normativas clave para la protección de la juventud. "Nos llevamos la frustración de que no se haya podido aprobar esa ley contra la ludopatía infanto-juvenil, que hubiera sido un gesto hacia la sociedad", subrayó, vinculando estas problemáticas con la corrupción y el abuso económico sobre los más necesitados.




