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Entre las varias razones para tomarse licencias, varios policías argumentaban tener ataques de ansiedad, lo que les impedía portar el arma reglamentaria y por tanto prestar servicios operativos.
Otros buscaban una salida más efectiva aún, tras una lesión conseguían que los médicos oficiales les certificaran una "enfermedad castatrófica", que en teoría es una dolencia involuntaria que dejaría al efectivo sin chances de poder trabajar, como podría ser que se le detectara un cáncer.
Justamente por ese impedimento, la ley establece que quien padezca ese tipo de enfermedad está habilitado a cobrar el 100% de su salario, incluido los ítems que perciben los efectivos cuando están operativos y los libera de prestar servicios mientras se este tratando.
El tema es que había casos con certificados de "enfermedad catastrófica" que en verdad habían tenido un esguince de tobillo.
Después de esa auditoría, de 80 casos revisados, un 29% volvió a trabajar, un 10% pidió la baja voluntaria y se envió a la baja olbigatoria al 35%.
Una interpretación legal que cambió las reincorporaciones policiales
"Además de revisar las licencias psiquiátricas que estaban excedidas en el tiempo, también avanzamos en la aplicación de la ley 6722 de la que había interpretaciones erróneas a la hora de reincorporar a los policías que volvían de una licencia. La creencia era que ese uniformado que no podía portar el arma debía volver a cumplir tareas administrativas, entonces abundaban esos efectivos en distintas áreas del Estado y caía la cantidad de los que estaban en tareas operativas", contó la ministra de Seguridad, Mercedes Rus.
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La ministra de Seguridad, Mercedes Rus, avanzó con dos resoluciones para limitar y controlar el otorgamiento de las licencias psiquiátricas a los policías y la definición de las consideradas enfermedades catrastróficas.
Habiendo detectado algunas fallas en el sistema que otorgaba las licencias, aún antes de la auditoría, desde el Ministerio de Seguridad avanzaron con dos resoluciones, una para definir cómo se daban esas licencias, y otra para regular aquellas enfermedades catastróficas.
En la resolución 2483 se establece por ejemplo que se cree una junta que evaluará sistemáticamente las licencias de los uniformados, conformada por 5 profesionales que contarán con un móvil a disposición para hacer inspecciones domiciliarias y contrastar esos ausentismos.
Allí también se obliga a los agentes a notificar cualquier situación médica de inmediato y a presentar certificados dentro de las 48 horas.
Por otro lado la resolución 3953, establece los criterios médicos y administrativos que deben ratificarse para otorgar una licencia por enfermedades catrastróficas.