En la función pública desde 1983

Juan Carlos Jaliff, el caballero de la política que empezó con Llaver y se retira con Suarez

Comenzó en 1983 y no ha parado hasta ahora. Es el político más respetado por sus adversarios. En el 2022 no renueva banca, pero se comprometió a respaldar al vice Abed

Cuatro años como vicegobernador, doce como senador provincial y Presidente Provisional del Senado y otros tantos como asesor en el Congreso de la Nación le dan a Juan Carlos Jaliff (70) una invaluable experiencia en la Legislatura. Quizás es el político que más sabe acerca de la técnica y el reglamento legislativo, la Constitución provincial y a su profesión de abogado le suma el conocimiento de la génesis de las leyes. Es, sin dudas, quien más veces ha andado y desandado el camino que une a la Casa de las Leyes con el Ejecutivo.

Sabe cómo hacer esta tarea y la ha ejercido "de los dos lados de mostrador": tanto como parte del Poder Legislativo, como siendo ministro de Gobierno en el 2001, cuando el país pasaba por uno de sus periodos más difíciles.

Si bien en el 2022 no renovará su banca y no sabe cuál será su tarea, sí tiene un compromiso tomado con el actual vicegobernador, Mario Abed. "Yo lo voy a ayudar hasta que termine su gestión, porque ya me he comprometido a hacerlo, aún ya no siendo parte de la Legislatura"

Su vida política

Cuando volvió la democracia, en diciembre de 1983, Jaliff ingresó a la legislatura como asesor del bloque radical de diputados. Poco después, en mayo de 1984 fue nombrado por Felipe Llaver como director del IPV, cargo en el que continuó hasta el final del mandato del gobernador, en diciembre de 1987. A partir de ese momento emigró al Congreso de la Nación, donde trabajó con José Genoud como secretario de la comisión de Industria, asesor de bloque de la UCR y colaborador de Raúl Baglini.

Fue el triunfo del radical Roberto Iglesias en 1999 lo que lo hizo regresar a la arena política provincial, convocado por él como su ministro de Gobierno. Un trabajo durísimo porque tuvo que afrontar codo a codo con Iglesias la crisis del 2001 y el desprestigio del radicalismo nacional. Sin embargo, Jaliff reconoció que Iglesias tomó las decisiones que tuvo que tomar con mucha destreza. "La gente se lo reconoció y por eso volvimos a ganar las elecciones en 2003".

En ese momento se convirtió en el vicegobernador, acompañando a Julio Cobos en la fórmula.

En el 2007, y después de que el gobierno de Mendoza quedara en manos del peronista Celso Jaque, él emigró al gobierno Nacional, con Cobos como vicepresidente. Ocupó entonces el cargo de director del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), lugar al que renunció con el "voto no positivo" de Julio Cobos.

Desde ese momento y hasta 2010 Jaliff asesoró al radicalismo pero desde afuera: no ocupó cargos públicos.

En el 2010 volvió a las listas provinciales como candidato a senador y desde ese momento ocupa una banca en la Cámara Alta local. En el 2015 fue nombrado Presidente Provisional del Senado, cargo que ocupa hasta la fecha.

"Llevo muchos años en la Legislatura, pero antes pasé por el Ejecutivo y esto sirve mucho para el trabajo parlamentario. Además, yo estuve muchos tiempo en el Senado de la Nación (como asesor), esto también suma. Me he dedicado a la redacción y a la corrección de leyes y a ser el “nexo” entre la Legislatura y el Ejecutivo. Una cosa que es importante es conocer el bien el reglamento. Llevo 11 años presidiendo sesiones. Cuatro años como vice y como Presidente Provisional del Senado" "Llevo muchos años en la Legislatura, pero antes pasé por el Ejecutivo y esto sirve mucho para el trabajo parlamentario. Además, yo estuve muchos tiempo en el Senado de la Nación (como asesor), esto también suma. Me he dedicado a la redacción y a la corrección de leyes y a ser el “nexo” entre la Legislatura y el Ejecutivo. Una cosa que es importante es conocer el bien el reglamento. Llevo 11 años presidiendo sesiones. Cuatro años como vice y como Presidente Provisional del Senado"

Juan Carlos Jaliff Fuente: Diario UNO / Diego Anguita Castillo

Si bien su experiencia es uno de sus grandes capitales, no se puede dejar de mencionar que Jaliff es "el consultor", no solo para los políticos de su propio partido, sino para muchos opositores que tienen una gran relación con él.

Se caracteriza por ser una persona querida y respetada, por “propios y ajenos”, aunque reconoce haber tenido discusiones que a veces han subido de tono, “pero siempre ha sido sin faltar el respeto a nadie, y a mi tampoco me lo han faltado”.

La relación entre gobernador y vice

En Mendoza se suele dar una relación tensa entre los gobernadores y sus vice. Ocurrió por ejemplo, entre entre los peronistas Celso Jaque y Cristián Racconto y entre los radicales Alfredo Cornejo y Laura Montero. Sobre Jaliff últimos, Jaliff cuenta que "es cierto que tenían diferencias, pero esto nunca fue un impedimento para llevar adelante la gestión”.

Per entre Julio Cobos y él, más que una buena relación de trabajo se creó una amistad que llega al día de hoy.

“Actualmente esta pica no existe. Rodolfo Suarez y Mario Abed se llevan muy bien en serio, puedo dar fe de eso", destacó el senador.

Su trabajo ha estado ligado en muchas oportunidades a la Legislatura, aún no siendo legislador sino ministro de Gobierno ya que él era el encargado de hacer que el trabajo entre ambos poderes fluyera.

Entre la política y la familia

Juan Carlos Jaliff se considera 100% un "animal político". Sin embargo, no dejó de lado su profesión de abogado. Ejerció muchos años, entre que obtuvo su título en 1975, hasta el retorno de la democracia, cuando ingresó a la gestión pública como director del IPV.

"Sí me considero que podría haber sido abogado fuera de mi trabajo en la política, pero esto es mi vida, he rechazado cargos en la Justicia Federal para poder seguir ejerciendo esta actividad. Era solo decir que sí y yo hubiera sido camarista federal. Pero no quise. dije que no, porque la política es lo que me apasiona"

Su familia lo aceptó "como es", con este trabajo suyo que lo alejó muchas veces de la vida familiar. "A lo mejor estuve poco tiempo con mis tres hijos, pero ahora lo estoy compensando con mis siete nietos". Y su afirmación es cierta. Durante la conversación, chequeó varias veces el celular para ver la hora. "Me comprometí a ir a buscar a uno de mis nietos a la escuela de verano y después se quedan conmigo", reconoció.

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Juan Carlos Jaliff, en el recinto legislativo, su lugar de trabajo durante 16 años. Foto: Martín Pravata

Juan Carlos Jaliff, en el recinto legislativo, su lugar de trabajo durante 16 años. Foto: Martín Pravata

Es una persona sumamente reservada y no le gusta exponer ni siquiera los nombres de su círculo íntimo. Por eso quizás uno de los momentos más difíciles que le tocó vivir durante su carrera, fue un hecho que le sucedió cuando era ministro de Gobierno, en el que estuvo involucrada su familia. "El primer escrache a un funcionario de la democracia me lo hicieron a mi, en la puerta de mi casa, un grupo de militantes del SUTE. Yo no estaba, pero llegué y quise hablar con ellos, me fui a la calle a enfrentarlos y no quisieron".

Según relata, lo que más le preocupaba era que su familia sí estaba en la casa. "Uno aguanta, tiene el cuero curtido y sabe que esto puede pasar, aunque no lo comprende. No se le puede hacer un escrache a un funcionario de la democracia, el mismo que se utilizó contra los genocidas".

Esto, según explica, es porque a su criterio un funcionario debe vivir la realidad, debe estar entre la gente. "Acá en Mendoza no hay casa del gobernador, de hecho yo nunca en mi vida he vivido en un barrio privado, no me gusta. Siempre he vivido en el centro, acá en Capital".

También dice que los mendocinos lo reconocen mucho, lo quieren y lo respetan. "Yo soy el que se encarga de ir a hacer las compras al supermercado, y muchas veces viene gente, me habla, me sugiere cosas, también hacen críticas. Pero siempre con mucho respeto, en eso soy afortunado".

Amigos entrañables

Además de una gran experiencia, la política le ha dado a Jaliff grandes amigos. "Con Julio (Cobos) nos hicimos muy amigos. También con el Coco (Jorge) Albarracín y el gordo (Raúl) Baglini, que era un gran amigo que extraño todos los días. Nos hablábamos y nos mensajeábamos a diario. Otro gran amigo es el Andrés Marín, que fue presidente de la Cámara de Diputados, y ahora está retirado de la política"

La amistad ha tenido tanto que ver con su vida como político, que su ingreso a este mundo lo hizo a través de un amigo. "Un dirigente de Palmira me invitó a una reunión. Apenas yo me había recibido de abogado, tenía 23 años. En la misma noche conocí al Fernando Armagnague, a Baglini, a Genoud, a Alfredo Moso y a Alberto Day y bastantes más. Desde ahí empecé a militar y no paré nunca más".

Una de las personas queridas de su círculo íntimo es el actual vicegoberandor, Mario Abed. "Mario empezó la carrera política conmigo hace muchos años. De hecho, hace unos días recordábamos que en 1983, la primera vez que entramos al edificio de la Legislatura con Genoud como vicegobernador, Mario era un joven, mucho más joven que yo. Entramos juntos, desde esos años, hemos tenido una relación de amistad muy especial, y por eso yo me he comprometido a ayudarlo".

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