Los principales referentes de Juntos por el Cambio , con los mendocinos Alfredo Cornejo y Luis Petri a la cabeza, salieron este jueves a rechazar la restricción a la circulación nocturna que el Gobierno impondrá para tratar de contener el alza de contagios de coronavirus, y señalaron que solo puede ser aprobada por el Congreso, al tiempo que advirtieron que será "el tiro de gracia para la economía".

La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y su par de la UCR, Alfredo Cornejo, fueron los primeros en criticar la medida.

"Las medidas que tomará el gobierno de Alberto Fernández son la clara demostración del fracaso de la estrategia sanitaria. Son el tiro de gracia a la economía de los argentinos. Restringir libertades y responsabilizar al otro, kirchnerismo puro y duro", señaló Cornejo a través de Twitter.

https://twitter.com/alfredocornejo/status/1347203107122532354

Por su parte, Bullrich sostuvo que "el toque de queda debe aprobarse en el Congreso; no es potestad de un monarca" y agregó: "¿Quiénes pagan el fracaso de la política sanitaria del Gobierno? Millones de argentinos que no pueden trabajar. ¡Otro golpe a los trabajadores!".

También la ex ministra de Salud y actual diputada del interbloque opositor Graciela Ocaña criticó las medidas al remarcar que "el toque de queda sanitario es una medida extrema y peligrosa para las libertades".

"Ya hemos tenido arrestos y desapariciones durante el confinamiento dictado por el Presidente en el marco de las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio", señaló Ocaña en tanto que añadió que "es una medida peligrosa que busca encubrir el fracaso de la política sanitaria del Gobierno frente al Covid".

El diputado mendocino de la UCR Luis Petri también expresó que "toda decisión sobre restricciones a las libertades individuales, llámese cuarentena o toque de queda, debe ser dispuesta por el Congreso" y no "mediante DNU a sola firma del Presidente".

Paula Oliveto, de la Coalición Cívica, subrayó que "el toque de queda que quiere imponer el presidente es muy peligroso" porque "permite los abusos que hemos visto por parte de las fuerzas de seguridad y de los feudales" y expresó que "prohibir no es la solución" sino "testear y protocolos".