Investigación judicial

Escándalo en San Luis que involucra a ex funcionarios y a un hijo de Alberto Rodríguez Saá

El gobernador Claudio Poggi denunció que los acusados se hicieron pasar por caciques para administrar dinero y tierras de una comunidad indígena en esa provincia

Por UNO

Un ex ministro de San Luis, su secretaria privada y el hijo del ex gobernador Alberto Rodríguez Saá fueron acusados de hacerse pasar por caciques de una comunidad ranquel para administrar millones de pesos y amplias extensiones de tierra en esa provincia.

El principal acusado en esta denuncia, presentada por el gobernador Claudio Poggi, del partido Cambia San Luis, es Sergio Gustavo Freixes, quien anteriormente había ocupado el cargo de ministro de Legalidad durante el mandato de Rodríguez Saá.

Freixes enfrenta condenas en dos instancias por su gestión anterior y podría enfrentar la cárcel si la Corte Suprema rechaza su recurso de apelación.

Embed - Claudio Javier Poggi, Gobernador de la Provincia de San Luis

Según publicó un diario nacional, la historia se remonta a una ley provincial de 2008, que estableció el Registro de Comunidades Originarias en San Luis.

Un año después, la "Comunidad Rankul" (ranquel) fue inscripta oficialmente frente a la Dirección de Personas Jurídicas, con una extensión de tierras: 66 mil hectáreas, más del triple del tamaño de la Ciudad de Buenos Aires.

Desde 2017, Freixes ejerció como interventor de la comunidad ranquel, pero durante la pandemia de COVID-19, según la denuncia, comenzó una presunta estafa. Se le otorgó un poder especial para realizar operaciones administrativas y bancarias, lo que le permitió manejar enormes sumas de dinero y tomar decisiones sobre la propiedad de la tierra sin contratos adecuados.

La situación alcanzó su punto máximo cuando, días antes del cambio de mandato, se transfirieron $50 millones desde el gobierno saliente a las cuentas administradas por Freixes y su hijo. Esta acción generó indignación y llevó a la presentación de la denuncia por falsedad ideológica.

La comunidad ranquel también denunció la desaparición de vehículos y maquinaria agrícola, registrados a nombre de Freixes pero no inventariados.

Se estima que hay al menos 168 caballos y más de 8000 vacas en la propiedad, así como 130 búfalos que nunca fueron declarados al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

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