Massa explicó a lo largo de más de dos horas y media las variables macroeconómicas estimadas para el 2023 que tienen como objetivo alcanzar un crecimiento del 2% del Producto Bruto Interno, una pauta de inflación del 60% y una reducción del déficit del 2,5% al 1,9% del PBI.
Un dato distintivo es que más del 65% de los fondos se destinará a gastos sociales, incluidos los pagos de los diferentes planes de asistencia, así como las jubilaciones y pensiones, y se priorizarán los fondos para salud, ciencia y educación.
El proyecto de gastos y recursos para el 2023 prevé un aumento del consumo privado estimado en un 2,2% y la inversión en un 2,9%, en tanto en materia de financiamiento se busca reducir la asistencia monetaria del Banco Central al Tesoro.
En cuanto a la distribución del gasto, el proyecto contempla destinar a la administración gubernamental $1,6 billones; a servicios de defensa y seguridad, $1,2 billones; a gastos sociales, $18 billones; a servicios económicos, $4,5 billones; y a deuda pública, $2,9 billones, lo que implica casi $29 billones.
El Presupuesto contempla un aumento en las exportaciones de 7,1% contra importaciones que se incrementarían el año próximo 2%, y de esta manera, el superávit comercial pasaría de U$S7.700 millones este año a U$S12.300 millones en 2023.