Política IMPSA
Estatización de la empresa

El día en que IMPSA cerró la grieta política argentina

La eterna grieta política quedó sepultada en el salvataje estatal de IMPSA. Tres actores clave la taparon: Alberto Fernández, Rodolfo Suarez y Matías Kulfas

En el acto de toma de posesión simbólica de la estatizada empresa IMPSA que protagonizó este jueves el presidente Alberto Fernández en Mendoza, quedó claro que en los últimos 10 meses, mientras los titulares de los medios giraban casi por completo en torno de la pandemia, las comunicaciones entre la Casa Rosada, Casa de Gobierno y la cúpula de la empresa salteaban la grieta y propiciaban un salvataje emblemático.

Detrás de esa decisión de salvataje hubo un actor clave que fue el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, el primero al que acudió el CEO de la firma, Juan Carlos Fernández, que fue quien motorizó luego el respaldo tanto del Presidente como del gobernador Rodolfo Suarez.

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En ese devenir Kulfas mantuvo incesantes comunicaciones con el ministro de Economía mendocino, Enrique Vaquié, y a la par con la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, que a su vez transmitía a los legisladores del PJ que debían acompañar con su aval el proyecto para que Mendoza adquiriera las acciones y fuese parte de la capitalización que IMPSA necesitaba.

Todo confluyó para que este jueves, se dejasen de lado las diferencias por la adquisición de vacunas o la forma en que se administra la pandemia, y al lanzar el salvataje a IMPSA tanto el gobernador Rodolfo Suarez como el presidente Alberto Fernández coincidieran en que "la grieta le hace daño a los ciudadanos" y que cuando "prima el sentido común en los temas importantes se puede trabajar en conjunto".

Tanto es así que el mismo Suarez agradeció en público el respaldo que le brindaron el ministro del Interior, Eduardo Wado De Pedro, y su par de Economía, Martín Guzmán, para que Mendoza aportara su capitalización con fondos de Aportes del Tesoro Nacional (ATN).

"En 10 meses entre todos logramos evitar el cierre"

"Como diría el premio nobel Bernardo Houssay, los países ricos lo son porque dedican dinero al desarrollo científico tecnológico, y los países pobres lo siguen siendo porque no lo hacen. IMPSA es sinónimo de desarrollo tecnológico", rescató el ministro Kulfas como prolegómeno de porqué trabajó durante 10 meses para evitar el cierre. "No podíamos perder IMPSA", ratificó una y otra vez, y cada vez que lo hacía todo el arco político negaba con la cabeza esa sola posibilidad.

"Somos fuerzas políticas distintas en el Gobierno nacional y el provincial, pero hay que decirlo con toda claridad, trabajamos juntos en este proceso, buscando lo mejor para IMPSA", insistió Kulfas como para que a nadie le quedase duda alguna.

En su visión de futuro para la empresa, Kulfas proyectó que con esta capitalización podrá empezar a redinamizarse "realizando varias turbinas, con molinos eólicos. Argentina tiene la posibilidad de tener un plan de desarrollo de energías renovables para el país y para exportar y con tecnología nacional, porque uno de los grandes problemas que teníamos era que la tecnología era importada, y esto impactaba en la balanza de pagos bueno ahora IMPSA va a ser un puntal de las energías renovables, y va a proveer equipos fabricados aquí en Mendoza con su red de pymes".

En esa revitalización de la metalmecánica mendocina, Kulfas apuntó que IMPSA tenía presencia en 50 países y que la idea es recuperar también ese mercado internacional y admitió que la idea del Gobierno nacional es que esta nueva IMPSA se asemeje al INVAP, esa sociedad del Estado que es líder en el diseño y construcción de sistemas tecnológicos complejos, que lleva 4 décadas en el mercado nacional y tres en la escena internacional.