De hecho, se estima que el 66% de la población carcelaria está estudiando. "Y hay 2.400 personas trabajando, de las cuales 238 están empleadas por empresas privadas que operan aquí", apuntó Cornejo.
"La verdad -continuó- es que queremos que los presos trabajen, que se resocialicen. Eso es parte de tener una mejor seguridad en Mendoza, parte indisoluble del plan que estamos aplicando y por eso nos llena de orgullo seguir incorporando empresas".
El gobernador recalcó que los salarios de estos empleados no salen del Estado, "sino que cobran de la empresa". "No pone plata el Estado mendocino para esos trabajos, pero sí la empresa privada al darles un ingreso", puntualizó.
Otra empresa privada que da empleo en el sistema penitenciario
A su turno, Ricardo Palacios, propietario de la firma Suavipack, valoró la articulación público-privada que permitió iniciar el proyecto. Y sumó: "Por supuesto que estamos dispuestos a contratar más personas; y vamos a capacitar a una mayor cantidad de trabajadores que los que nosotros podemos reinsertar. Por eso nos estamos contactando con otras empresas, para que puedan absorber a estas personas".
Según comentó, las instalaciones de Suavipack serán "la primera industria dentro de un servicio penitenciario". Se trata de una fábrica que hace servilletas, papel higiénico y diversos productos que involucran al papel tisú.
En el evento también estaban el ministro de Producción de la provincia, Rodolfo Vargas Arizu, y su par de la cartera de Seguridad, Mercedes Rus. En diálogo con la prensa, la ministra consideró: "Ya hay 12 internos que están capacitados en esta industria de papel y la idea es que pronto sean 25. Incluso la empresa recién me decía que están con la idea de traer una máquina más, con lo cual ahí podemos ampliar la matrícula".
Mercedes Rus ministra de Seguridad
Foto: Matías Pascualetti/ Radio Nihuil
Al igual que Cornejo, Rus puso el foco en la ampliación del sistema penitenciario que viene concretando Mendoza. "Se han construido en estos últimos tiempos más de 60.000 metros cuadrados. De esos, hay 3.500 metros cuadrados que se han reservado para empresas".
"El círculo virtuoso es muy bueno porque no solo gana el servicio penitenciario, sino que también las empresas obtienen esta certificación de que el producto fue hecho en el marco de este programa que ayuda a la sociedad en general y también al sistema de seguridad", sintetizó.