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El robo de celulares es uno de los delitos reincidentes que el Gobierno pretende frenar con este tipo de condenas cortas que se cumplan de manera efectiva en el nuevo penal.
Por eso pretenden que esos condenados efectivamente cumplan la pena en prisión y se sumen a programas para reformar su conducta.
Sobre todo porque puertas adentro del Gobierno saben que este tipo de delitos -como es el robo de celulares, el de ruedas, el arrebato en plena calle o algunos casos de robos menores- elevan la indignación de los mendocinos que son víctimas de ellos. Y, por otro lado, como se trata de delitos que en su mayoría terminan en condenas excarcelables, le dan al delincuente un sentimiento de impunidad que hay que combatir.
Si bien Cornejo apuntó a quienes cometen robos simples, en ese porcentaje de condenas cortas hay un alto índice de casos de violencia de género, "y hay que frenarlos antes de que alguno termine en femicidio", advierten.
Cómo y dónde se levantará la nueva cárcel de Cacheuta
Si bien la nueva cárcel para delitos menores está en estado embrionario, en el Gobierno ya tienen un boceto de dónde se levantaría y qué características tendría.
Se trata de un penal de unas 400 camas que se construiría entre las dos naves que conforman hoy el complejo de Almafuerte I y II. Allí, en medio de las dos cárceles, se proyectan 8 pabellones con capacidad de unos 48 presos cada uno. Como se trata de un penal para presos primarios, que se hayan iniciado con delitos menores, está previsto que tenga una renovación permanente de los internos que pasen por allí.
Complejo Almafuerte 1
Así se planifica la nueva cárcel para delitos menores en Cacheuta.
Cada pabellón contaría con un patio interno y uno abierto y con su correspondiente sala de máquinas. Además, tendría un patio y una Sala de Usos Múltiples (SUM) de visitas y tres ingresos para concretar las requisas a esos visitantes.
Como se trata de una cárcel definida como de baja complejidad (en la clasificación del Sistema Penitenciario sería una cárcel de categoría C), no requerirá de un sistema de seguridad como el que tiene la cárcel de máxima seguridad. Por eso se proyecta apoyar una de las caras sobre el perímetro de seguridad de Almafuerte II y sólo se tendrá que levantar un cierre perimetral para 3 caras de la nueva construcción.
Además, está proyectado que aproveche los sistemas de seguridad externos y los servicios con los que ya cuenta ese complejo penitenciario, como por ejemplo el de conectividad, con lo cual será más fácil dotar de videovigilancia al nuevo penal.
Complejo Almafuerte 2
Este es el sitio donde se planea emplazar la nueva cárcel para delitos menores.
Aplicando experiencias de otras cárceles del país, esta nueva se podrá levantar con un sistema similar a la construcción en seco, lo que haría al proyecto menos costoso y aceleraría el proceso de terminación, por lo que calcula que puede concluirse en aproximadamente un año. De ser así, es probable que el mismo Alfredo Cornejo y su ministra de Seguridad, Mercedes Rus, sean quienes corten la cinta inaugural.
Si los planes se cumplen tal cual están proyectados, esta vez Cornejo podría terminar su mandato habiendo cumplido la meta que se acaba de trazar de inaugurar una cárcel y sumando un penal más a las 22 unidades con las que cuenta el Sistema Penitenciario.
Cornejo inaugurando el Complejo penitenciario federal.jpg
Cornejo durante la inauguración de un penal.
La última vez que cortó una cinta en un penal fue hacia el fin de su primer mandato, en octubre del 2018; sólo que aquella vez sólo pudo inaugurar dos pabellones y el SUM del Complejo Penitenciario Federal VI. A ese penal lo terminó de activar su sucesor Rodolfo Suarez en el 2020.
La nueva cárcel también exigirá una reforma legal
Para poblar la nueva cárcel con los autores de esos delitos menores, Cornejo también deberá impulsar una reforma de la ley de Ejecución Penal, que afecte a aquellas condenas efectivas de entre 1 y 3 años.
Esa norma supone que cualquier persona que ingrese a la cárcel, ya sea por una condena de un año o de 8 meses, tiene que pasar por el Organismo Técnico Criminológico, que es quien elabora un diagnóstico del perfil de ese interno y de eso dependerá definir en qué programa se lo puede sumar.
Asamblea Legislativa 2025 Jimena Latorre, Alfredo Cornejo, Mercedes Rus 2
El gobernador Alfredo Cornejo y Mercedes Rus dieron algunos detalles de la nueva cárcel, tras el discurso ante la Asamblea Legislativa.
Foto: Axel Lloret/ Diario UNO
"Si hoy esperamos esos tiempos, esa persona que fue condenada a una pena corta por un delito menor, se fue del sistema sin tener ningún tipo de tratamiento y eso nos parece inadecuado. A eso lo hemos intentado implementar con algunas resoluciones, pero hay distintas interpretaciones de los jueces y eso se termina dificultando. Por eso vamos a modificar la ley para acelerar más el diagnóstico, con un abordaje más dinámico, para que se lo incluya en tal o cual programa de educación, por ejemplo" adelantó la ministra de Seguridad, Mercedes Rus.
En diálogo con "No tenés cara", de Radio Nihuil, Rus explicó que en vez de que a ese diagnóstico lo elabore ese organismo, que requiere de varias entrevistas que se dilatan largamente en el tiempo, la idea es que a esa evaluación del interno la haga un operador, un profesional que pueda determinar en un menor tiempo qué tratamiento debería recibir mientras esté preso.
Hoy se dan varios casos de condenados por delitos pequeños que terminan de cumplir su pena sin siquiera haber obtenido su diagnóstico.
Adelantándose a posibles planteos sobre el respeto a los derechos de esos internos, Rus remarcó: "Nosotros vamos a dar las garantías para que esa persona en poco tiempo pueda estar incorporada a un plan o programa". Pero a la vez sinceró el verdadero argumento para avanzar con esa reforma: "Queremos que cumplan una pena en efectivo, porque entendemos que esa pena funciona como amenaza preventiva mucho mejor que una suspensión de juicio a prueba, que una condena condicional en suspenso. Eso no amedrenta porque después vuelven a cometer hechos y de las mismas características", aseguró.
Si bien aún no hay pistas de cuándo Cornejo enviará esa reforma a la Legislatura, ni obviamente de cuánta discusión podrá requerir, todo hace suponer que cuenta con los votos necesarios para recauchutar la Ley de Ejecución Penal, para lo que requerirá de las mayorías simples con las que cuenta en ambas cámaras.