La Cámara Federal ordenó ayer que el juez federal Julián Eroclini quede finalmente a cargo de la causa Hotesur, donde se investigan presuntas maniobras de lavado de dinero de la empresa que integra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Además, haciendo lugar a un pedido del fiscal Diego Velasco, la Cámara remitió toda la causa y sus anexos al juez Ercolini, evitando así el desmembramiento del expediente que podría complicar a la ex presidenta Kirchner y su hijo Máximo.
El juez Daniel Rafecas se había quedado meses atrás con un tramo del expediente y enviado el capítulo central por lavado de dinero a Ercolini, por conexidad con una vieja causa del año 2008 que éste tenía a raíz de una denuncia de la diputada Elisa Carrió por presunta asociación ilícita de los Kirchner con un grupo de empresarios a los que presuntamente favorecía con ciertos negocios, como el caso de Báez.
Uno de los hechos que se investiga es la falta de presentación ante la Inspección General de Justicia (IGJ) de los balances de la firma Hotesur correspondientes al período 2011-2013.
El otro de los capítulos de la investigación es la relación entre los Kirchner y el grupo de empresarios amigos, entre ellos Báez, a raíz del alquiler que la empresa de éste Valle Mitre hacía de habitaciones en el hotel Alto Calafate: la sospecha es que esas habitaciones en la realidad nunca se ocupaban y eso no era más que una maniobra de lavado de dinero.
En esta causa también se investigan las presuntas irregularidades en la presentación de declaraciones juradas de Cristina Kirchner del período 2010-2013.
El caso Hotesur, que se inició por denuncia de Margarita Stolbizer, estaba en manos de Claudio Bonadio, quien fue apartado tras una recusación de Romina Mercado, sobrina de la ex presidenta y titular de la firma Hotesur, quien lo acusó por prejuzgamiento y pérdida de imparcialidad en el expediente.
Apartado. Bonadio fue apartado a mediados del año pasado tras ordenar más de 30 allanamientos a cargo de Policía Metropolitana en varios puntos del sur del país, entre ellos la inmobiliaria de la cual es socio Máximo Kirchner.
La decisión de desprenderse de parte del caso por parte de Rafecas fue apelada por el fiscal Carlos Stornelli, y el superior jerárquico de éste, Velasco, reclamó a la Cámara que no dividiera la causa, sino que todo quedara en poder de Ercolini o bien de Rafecas.
Finalmente, la Sala I le cedió todo el expediente al primero de ellos: "Asiste razón a Rafecas en que aquellos eventos que Stolbizer narrara en el año 2014, en el marco de esta causa, habían sido ya relatados y cuestionados un lustro antes, y cuando la maniobra denunciada recién asomaba, en el seno del expediente a cargo del juez Ercolini".
"En una causa como en otra se reiteran los mismos actores, las mismas empresas y la misma mecánica, aunque en aquella causa reducida a un tiempo más acotado", consideró el Tribunal.
La decisión fue firmada por los jueces Eduardo Freiler y Jorge Ballestero, en tanto que el tercer camaristas, Eduardo Farah, votó en disidencia y se inclinó por que la causa Hotesur quedara en poder de Rafecas.