De inmediato se dio parte a la policía, y acudió personal de la subcomisaría de Puente de Hierro, que se hizo presente en el lugar. Evaluando la situación se determinó por protocolo que debía intervenir el Grupo de Resolución de Incidentes y Secuestros de la Policía de Mendoza -Grupo GRIS-. El personal de la comisaría contuvo a la familia del atrincherado y realizó el cierre perimetral del lugar para permitir la actuación de los especialistas.
Horas de negociación
El joven que tenía privada de la libertad a su hermana cuenta con una larga lista de antecedentes por consumo problemático de estupefacientes, por lo que el trabajo del negociador fue largo y arduo. En principio se evidenció que el joven estaba bajo la influencia de drogas y que padecía un brote psicótico y exigía hablar solamente con sus familiares, lo que se hizo gracias a la mediación del negociador policial, con un teléfono.
De a poco el especialista en crisis logró convencer al muchacho y establecer un diálogo entre ambos, a solas, y dentro de la casa, por lo que desistió de su actitud de retener a su hermana y dejarla salir, solucionándose así la parte más conflictiva de la crisis.
Una vez dentro de la vivienda, el especialista le hizo ver que era necesario para su interlocutor la asistencia médica y especializada. Finalmente, y luego de un par de horas, fue convencido y el personal del SEC le dio las primeras atenciones. Fue derivado con escolta policial al hospital neuropsiquiátrico de El Sauce, donde quedó internado.
El atrincherado quedó bajo la investigación de la Oficina Fiscal 19, y en esta crisis también intervino Andrea Lazo, fiscal de instrucción de la Unidad Fiscal Especial de Homicidios y Violencia institucional, con injerencia en crisis de alto riesgo.