Casi en paralelo avanzan las investigaciones de dos casos de maltrato infantil que recientemente conmocionaron a la provincia. Se trata de los crímenes de Juliano Ibáñez (2) y de Catherina Calderón (3), ocurridos apenas con un día de diferencia. En ambas causas están acusados las madres y los padrastros. Ayer la Justicia de garantías les confirmó las respectivas detenciones. Las audiencias se desarrollaron en el Sexto Juzgado de Garantías -estaba de turno la semana en la que sucedieron los homicidios- y el juez David Mangiafico no hizo lugar a los pedidos de la defensas de al menos acceder a un arresto domiciliario. El magistrado compartió los criterios y las pruebas expuestas por el fiscal Horacio Cadile -investiga los asesinatos- y dictó las prisiones preventivas para todos los sospechosos. Caso JulianoEl primero de estos lamentables hechos se conoció en la madrugada del 27 de noviembre, cuando una mujer llegó al hospital Notti con su hijo inconsciente. Los médicos no pudieron salvarlo. La investigación judicial se inició luego de que los profesionales detectaran que tenía fracturada la columna. La progenitora quedó detenida y en horas de la noche de esa jornada fue arrestado el padrastro de la víctima. Todos vivían en una casa en calle San Martín de Carrodilla, Luján. Yamila Micaela Ibáñez (24) y Maximiliano Ortiz (27) fueron imputados por homicidio doblemente agravado, por el vínculo y por alevosía. En la audiencia de ayer sus abogados intentaron probar la hipótesis de que Juliano sufrió esas heridas como consecuencia de un accidente, sin embargo, para la fiscalía y el juez las heridas son compatibles con un ataque a golpes. Además, consideran que hay riesgo de fuga al estar imputados por un delito que contempla la pena única de prisión perpetua. Por esto hubo posibilidades de prisión domiciliaria. Caso CatherinaLa provincia todavía estaba conmocionada por la muerte de Juliano cuando, un día después, se conoció una historia similar. Esta vez la víctima era Catherina Cardozo, quien llegó muerta al hospital Lagomaggiore. Allí se le diagnosticaron lesiones de vieja data y abuso sexual. También se decidió la aprehensión de su madre, que la había trasladado desde el barrio 8 de Abril, en Las Heras, en donde residían, hasta el nosocomio. Horas después capturaron al novio de esta mujer, un joven que ya tenía antecedentes. La investigación declinó en la imputación por homicidio triplemente agravado, por el vínculo, ensañamiento y alevosía, para Cintia Calderón (27) y Jorge Gabriel Molina (25). Es que además de las graves heridas los pesquisas consideraron que le pegaron tanto y durante tanto tiempo que se configuró el ensañamiento. Esto fue avalado en la Justicia de garantías. Al igual que en el homicidio de Juliano, evaluaron la chance de fuga por estar acusados de un delito con sólo una condena posible: la perpetua. Estos jóvenes aprovecharon la audiencia para declarar; el hombre dijo que es inocente y la mujer sostuvo que ella sólo cubrió a su pareja. El abogado apuntó que "se les fue la mano" y no había intenciones de matar. De esta manera, los cuatros sospechosos continuarán presos y el fiscal Cadile seguirá reuniendo elementos para llevar las dos causas a juicio. Los defensores podrán apelar lo determinado en Garantías.
Juliano (2) llegó sin vida al hospital Notti y un día después ocurrió lo mismo con Catherina (3) en el Lagomaggiore