Entrevista

Relato en primera persona: así se vive sufrir un ataque en patota

Guillermo Módica recordó el ataque en patota del que fue víctima hace 7 años en la puerta del boliche Apeteco, cuya investigación finalizó el martes pasado

El 20 de septiembre de 2014, Guillermo Módica salió a bailar con un grupo de amigas. Eligieron el boliche Apeteco, muy popular por esos años. Nunca se imaginó que horas después sería víctima de un ataque en patota. Hoy, tras conocerse la condena para los agresores, el hombre relató en detalle la pesadilla que vivió aquella madrugada.

"Salimos del boliche tipo 6 nos sentamos en el cantero de afuera mientras esperábamos a una de mis amigas", comenzó relatando Guillermo en una entrevista en el programa Hola Mendoza. "En ese momento llegó una camioneta muy grande, se bajaron dos chicos altos, empezaron a hablar con algunas de las chicas. Uno de ellos agarró a una de la cabeza y la llevaba a sus genitales. Ahí paré las antenas pero no me metí porque la chica se defendió", agregó.

La situación comenzó a tensarse aún más cuando los sujetos comenzaron a discutir con las mujeres, por lo que Guillermo decidió interponerse para calmar las aguas: "Se acercaron cinco tipos más a empujarme y yo me quedé callado porque claramente no iba a enfrentarlos. Decidimos irnos y nos dirigimos al pasaje Zabalza donde había dejado estacionado el auto".

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Los hermanos Abraham y Crivellaro, tres de los condenados por la golpiza en un boliche.

Los hermanos Abraham y Crivellaro, tres de los condenados por la golpiza en un boliche.

Ahí ocurrió lo peor. Escuchó un grito de "¡cuidado!", pero ya era tarde. "Me encuentro rodeado de cuatro personas que empezaron a patearme. En un momento les dije que pararan si ya me habían pegado pero me dijeron que era por hacerme el vivo. Recibí golpes en el rostro que por suerte no me dejaron inconsciente. En un momento me dieron un fuerte golpe en la boca y ahí le grité a una de mis amigas que se me tire encima porque no iban a parar de pegarme. Los chicos se fueron corriendo pero una de mis amigas tomó la patente de la camioneta", narró.

La víctima sufrió fracturas en el rostro y la luxación de un hombro, lesiones que hasta el día de hoy, siete años después, le siguen generando molestias ocasionales.

Este martes se realizó un juicio abreviado donde los hermanos Gerónimo y Federico Abraham, Emiliano Crivellaro y Leandro Pérez admitieron haber participado del ataque en patota. Recibieron una pena de 1 año de prisión en suspenso. "Me gustaría que se hubiera resuelto antes pero estoy satisfecho de que por fin se haya terminado. Algunos de ellos me pidieron perdón en el juicio", sentenció.