Luego de estar casi una semana alojado en los calabozos de una comisaría, el empleado de una sala de escape en Godoy Cruz acusado de abuso sexual a cinco menores de edad consiguió el beneficio de la prisión domiciliaria y evitó pisar la penitenciaría. De todas formas, antes de concretarse esta medida deberá rendir una importante fianza que le impuso la Justicia.
Investigación en marcha
Prisión domiciliaria para el joven acusado de cinco casos de abuso sexual en la sala de escape
La Fiscalía le otorgó el beneficio a Máximo Guariento (20) quien está acusado por haber tocado en sus partes íntimas a menores que concurrieron a la sala de escape ubicada en Godoy Cruz entre julio y noviembre
Máximo Guariento, de 20 años, está privado de su libertad desde el 30 de noviembre pasado cuando se presentó junto a su abogado en la Comisaría 27 de Godoy Cruz. El fiscal de Delitos Sexuales Darío Nora lo imputó por cinco hechos de abuso sexual simple agravado por estar encargado de la guarda y decidió que quede alojado en los calabozos de esa dependencia policial hasta que se resuelva si era trasladado a una cárcel.
Ese mismo día, el defensor de Guariento presentó un pedido de prisión domiciliaria atento a que el joven no tiene antecedentes penales y, en caso de ser condenado, la pena mínima es de 3 años por lo que podría quedar en libertad, según detallaron fuentes judiciales.
No hubo necesidad de recurrir ante un juez ya que la propia Fiscalía le dio le visto bueno al pedido y accedió a la detención domiciliaria del sospechoso, quien deberá rendir una fianza de 500 mil pesos para acceder a ese beneficio, por lo que los investigadores especulan con que se concretará en el transcurso de este martes.
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Abuso sexual en Godoy Cruz
A mediados de julio de este año, una mujer denunció que su hijo de 11 años había sido abusado cuando concurrió con un grupo de amigos a la sala de escapes Enigma. En ese lugar se realizan juegos donde los asistentes son encerrados en habitaciones temáticas y tienen que seguir ciertas pistas para lograr escapar en una fracción de tiempo. Durante la actividad son asistidos por empleados del lugar que muchas veces están disfrazados acordé al tópico de la sala. En este caso en particular, el agresor sexual tenía una máscara de zombie y jamás dijo su nombre, lo que dificultó la tarea de la Justicia para identificar a la persona que habría tocado al niño en sus partes íntimas.
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La investigación logró esclarecerse cuando otros cuatro menores refirieron haber sufrido una situación similar en los últimos días de noviembre, en el mismo lugar. En su caso, las víctimas aseguraron que el abusador fue un empleado que se identificó como "Maxi". Con este dato, más pedidos e informes que la Fiscalía solicitó a la empresa, fue que identificaron a Máximo Guariento y éste se terminó entregando días después.