La fiscal de Delitos Complejos Claudia Ríos pidió la detención de cuatro personas más que serían coautoras del homicidio por participar en la gresca.

Por el crimen de Gustavo Pelegrina imputaron a cuatro barras más

Por UNO

La fiscal de Delitos Complejos Claudia Ríos lo anunció: todos los que participaron en el ataque en el que asesinaron a Gustavo Pelegrina son coautores del hecho. Y por ellos va ahora. Ya imputó a cuatro personas más que estuvieron aquella noche en la que un enfrentamiento entre barras se cobró la vida de un padre el 26 de diciembre del 2013.

Ríos elevó un pedido de captura para estos otros cuatro barras que serían coautores del homicidio. Una vez que den con ellos, quedarán imputados por la causa y se sumarán al único que está bajo esa carátula ahora, porque el menor de edad considerado sospechoso es inimputable por ser tener sólo 16 años.

Ríos hizo efectiva esta medida ayer y va en consonancia con lo que ya había anticipado a Diario UNO hace una semana. “Los que participaron del ataque esa noche son coautores del homicidio, no importa que no hayan disparado el arma o que simplemente hayan tirado piedras. El hecho de reunirse y llevar a cabo la agresión, a sabiendas de que algunos iban armados, implica que los que participaron asumen el riesgo y la responsabilidad de quien empuña y manipula el arma”, dijo la investigadora de la causa.

Así es como, de darse con el paradero, los cuatro nuevos imputados se sumarían al único acusado hasta el momento, quien no estaría solo a la hora de la condena, sino también con todos aquellos que de alguna u otra forma estuvieron y participaron en la gresca.

La cuenta que tenía Ríos era de al menos 15 involucrados que quedarían por atrapar y algunos habían comenzado a ser identificados por sus apodos y características físicas. No se descarta, entonces, que haya nuevos detenidos.

Según el Código Penal argentino, el coautor de un delito puede recibir hasta la misma pena que el autor y esto suele darse en ocasiones en las que participa más de una persona en un hecho delictivo, como sucedió en este caso.

Aunque no hayan sido quienes gatillaron el arma, estuvieron ahí y avalaron la acción de quien sí lo hizo.

El enfrentamiento que se cobró una vidaEl 26 de diciembre, Gustavo Pelegrina –de 29 años, casado, padre de dos hijos y de uno que aún está en el vientre de su viuda– estaba en la cancha del Polideportivo de Guaymallén (Poliguay) mirando un partido de fútbol sala entre la Municipalidad de San Martín y el equipo local.

Sorpresivamente, más de 15 barras del Club Atlético Argentino, de la calle Mitre de Guaymallén, llegaron en motos y entraron a la fuerza al polideportivo. Con piedras, palos y armas de fuego, iban en busca de los bombos de Independiente Rivadavia que tenía la hinchada del Poliguay, como trofeos de guerra.

Una batahola se generó en pocos minutos y algunos testigos señalaron que escucharon al menos seis disparos. Uno de los tiros fue a parar a la cabeza de Pelegrina, quien en medio de los disturbios habría intentado huir pero no lo logró. La bala que fue fatal para él lo alcanzó cerca del estacionamiento, afuera de las instalaciones del club.

Ese sector está del lado opuesto a la puerta de la calle Gomensoro, por donde se dice que ingresaron los atacantes de la barra de Argentino para dar el golpe, supuestamente, a sus pares de la Lepra que estaban en el lugar.