Los acusados por el crimen quedaron detenidos en los calabozos de Investigaciones, donde permanecerán hasta que el fiscal de Delitos Complejos, Santiago Garay, reúna las pruebas necesarias para imputarlos o liberarlos.
Foto: Miguel Cicconi/ Diario UNO
Un celular y la plata que estaba en la caja –que no sería un monto elevado- fue lo que robaron los delincuentes antes escapar a los tiros y matar a Berardy. Pero los policías que allanaron la casa de calle Castellanos, donde vivían los acusados, no encontraron lo robado ni armas de fuego.
El comerciante recibió dos disparos, uno en un brazo y otro letal en el medio del pecho.
Gina y Renzo estaban en el minimarket de calle Remedios de Escalada y Cipolletti, cuando alrededor de las 21 entraron dos ladrones armados.
Aún no se sabe claramente qué pasó allí adentro, pero según dijo Carlos Berardy, hermano del comerciante, uno de los asaltantes apuntó con un arma de fuego en la cabeza a Renzo, y su padre se metió para defenderlo.
Ahora falta que Santiago Garay reúna más datos sobre el hecho y los detenidos para que luego sean sometidos a una rueda de reconocimiento en la que Gina y Renzo deberán identificar al asesino de su padre.