El acusado Efraín Peca (30) fue sentenciado por la Primera Cámara del Crimen. A la víctima la sepultó con una bolsa en la cabeza debajo de la churrasquera.

Le dieron prisión perpetua al hombre que enterró viva y mató a su mujer

Por UNO

La Primera Cámara del Crimen condenó ayer a prisión perpetua a Efraín Peca (30) de nacionalidad boliviana, quien estranguló y golpeó a su pareja, Sergia Angélica Lamas(29), y la sepultó aún con vida debajo de la churrasquera de su casa.

El femicidio por el cual Peca recibió la pena máxima solicitada por el fiscal Javier Pascua, a la que adhirió el penalista Carlos Varela Álvarez, fue dictado por el tribunal conformado por Víctor Comeglio, Lila Vila y Ariel Specktor pasadas las 14 de ayer.

Conocida la sentencia, el hombre fue reenviado al penal de Boulogne Sur Mer a descontar la pena por homicidio agravado por el vínculo.

El grave suceso que culminó con la aplicación de la perpetua, sucedió el 6 de diciembre del 2012 en una vivienda sita en la calle Chacay al 6132, del barrio Furió, en Buena Nueva, Guaymallén, donde residía el matrimonio que, a la vista de terceros, mantenía una relación normal, como toda pareja.

Él había llegado ese día del trabajo –según dijo en su declaración del lunes pasado– y mantuvo con ella una fuerte discusión, posiblemente debido a una boleta adeudada de un plan de pago de un auto, que lo habría enfurecido.

Además, otro punto de la pelea habría sido porque ella le habría dicho que se fuera de la casa, lo cual hizo perder los estribos al hombre que comenzó a golpearla y luego apretó fuertemente su cuello hasta dejarla desvanecida en el suelo.

Él, siempre en base a lo manifestado ante el Tribunal, pensó en un primer momento que estaba desmayada y por ese motivo, la colocó sobre la cama, pero no llamó a ningún médico. A la noche se acostó a su lado y al día siguiente, cuando se despertó se fue a hacer unos trámites. Al regresar, se percató de que ella estaba tendida en la misma posición. Recién entonces tomó conciencia de que había ido demasiado lejos con el castigo inferido a su mujer. Se acercó a la cama, la tocó y no reaccionaba. Por un momento, quedó petrificado y enseguida elaboró un plan para hacerla desaparecer.

Salió al patio y miró hacia la churrasquera. Entonces eligió enterrarla debajo –previo colocarle una bolsa en la cabeza– razón por la cual cavó una fosa y la sepultó allí creyendo que estaba muerta. Después la cubrió con cemento y arena. Horas después del asesinato le comentó a una prima lo que había hecho y esta sin perder tiempo llamó al 911 informando sobre lo manifestado por Peca.

Con orden judicial, los efectivos llegaron a la casa e hicieron un allanamiento y fue así como encontraron el cuerpo sin vida de la infortunada mujer.

El cadáver fue llevado al Cuerpo Médico Forense y allí los médicos descubrieron durante la necropsia que Lamas fue enterrada viva y que la causa de la muerte fue por asfixia y no por la golpiza que le había propinado su propio marido.