Marina Pérez

La policía acusada de asesinar a una colega en Guaymallén tiene conflictos con casi toda la cárcel

Marina Pérez (32) es mirada de reojo por las presas debido a su condición de policía pero también tuvo un altercado con agentes penitenciarias por haber asesinado a una uniformada. Para peor, este martes le dictaron la prisión preventiva

Marina Pérez pasará algunas semanas más alojada en la penitenciaría, según ordenó este martes una jueza. Se trata de la policía de 32 años imputada en el caso de la policía asesinada en Guaymallén por una cuestión de celos. La sospechosa enfrenta una dura situación no sólo porque arriesga una pena de prisión perpetua sino porque tiene conflictos con casi toda la penitenciaría.

Dentro de las cárceles existen ciertos códigos entre los internos que pueden posicionar como héroe o villano a un preso que apenas ingresa. Siguiendo la lógica de perros y gatos, un miembro de las fuerzas de seguridad que cae detenido a una penitenciaría será mirado de reojo por el resto del penal. A la inversa, lo mismo harán los agentes penitenciarios con un preso que asesinó a una autoridad. Marina Pérez cumple ambos requisitos: es policía y está acusado de asesinar a una policía.

La mujer, sospechada de empuñar su arma reglamentaria y matar a Nidia Angulo (30) hace dos meses en una dependencia policial de Guaymallén, se encuentra alojada en la Unidad Penal de Mujeres III, ubicada en El Borbollón. Está aislada del resto de la población carcelaria y con una medida de resguardo de su integridad ante el peligro de sufrir un atentado por parte de las otras presas. De hecho, hace algunas semanas solicitó ser trasladada a una penitenciaría ubicada en San Rafael, pero la medida fue negada por las autoridades.

Pero tampoco la está pasando nada bien con respecto las autoridades. Desde el día en que fue detenida y trasladada a los calabozos de la Comisaría 45 denunció haber sido duramente golpeada por sus colegas, entre ellas, una amiga de la víctima fatal. Pérez explicó que fue arrodillada y la golpearon con puños en la espalda y la nuca. Por esta denuncia hay una efectivo policial imputada por el delito de vejaciones, según confirmaron fuentes judiciales.

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Marina Pérez está acusada en el caso de la policía asesinada.

Marina Pérez está acusada en el caso de la policía asesinada.

Prisión preventiva

Más allá de su situación intramuros, la jueza Mariana Gardey le dictó la prisión preventiva a Marina Pérez. El fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello enumeró una catarata de pruebas en su contra: el crimen en Guaymallén se cometió con la pistola 9 milímetros reglamentaria de Nidia Angulo que Pérez se llevó del lugar del hecho -luego la entregó su propia familia-, que la tarjeta Red Bus de la sospechosa se registró un colectivo ubicado en las inmediaciones del lugar del hecho al momento del asesinato y además que Pérez había enviado varios mensajes amenazando con quitarle la vida a Angulo.

Los defensores oficiales Rubén Castro y Marian Gil Yoma no discutieron la prueba contra la mujer, pero solicitaron que el arresto sea domiciliario considerando que no tiene antecedentes penales y que tiene tres hijos a su cargo.

La jueza estuvo de acuerdo con la medida pero antes se deben cumplir una lista de seis requisitos, por lo que ordenó una seria de informes psicológicos, ambientales y familiares para terminar de resolver ese punto. Mientras tanto, Pérez seguirá alojada en la penitenciaría.

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Nidia Angulo fue asesinada mientras dormía.

Nidia Angulo fue asesinada mientras dormía.

Policía asesinada

Nidia Angulo fue encontrada sin vida en la mañana del 18 de febrero pasado en la subcomisaría El Sauce. La uniformada se había dormido mientras hacía una guardia en soledad, ya que sus dos colegas habían salido a realizar un patrullaje. Tenía un disparo en la sien derecha, lo que motivó que se descartara rápidamente la teoría del suicidio ya que la víctima era zurda. Además, en el lugar faltaba su pistola 9 milímetros y su teléfono celular.

La necropsia del Cuerpo Médico Forense (CMF) determinó que el disparo que tenía la víctima no presentaba signos de resistencia, por lo que primó la hipótesis de que la policía fue ultimada mientras dormía. Debido a esto, Pérez fue imputada por homicidio agravado por alevosía y por el uso de arma de fuego, por lo que arriesga una pena de prisión perpetua.

Angulo había comenzado una relación con un policía que hasta fines de 2021 era la pareja de Marina Pérez. Este fue el móvil del asesinato, según sostiene la Unidad Fiscal de Homicidios.