Los autores del robo en San Rafael se terminaron llevando dos teléfonos celulares, 12 mil pesos y 300 dólares de la propiedad. En tanto que la víctima debió ser asistida por traumatismos en el tórax y las lesiones óseas en sus dedos.
La investigación quedó en menos del fiscal departamental Javier Giaroli, quien a los pocos días recibió una buena noticia: se encontraron huellas dactilares en una caja de lencería donde el matrimonio guardaba el dinero que le sustrajeron. Al realizar el cotejo con la base de datos policial, arrojó positivo con Osvaldo Andrés Aguirre.
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El fiscal Javier Giaroli está tras los pasos de la Banda de los Chetos.
El sospechoso fue detenido en cuestión de días y quedó imputado por robo agravado por ser cometido en banda y por las lesiones graves de la víctima –arriesga de 5 a 15 años de prisión-. El magistrado ya pidió la prisión preventiva y ahora un juez resolverá si debe quedar alojado en el penal.
Fuentes ligadas al expediente detallaron que se ordenó el cotejo de las huellas dactilares de Aguirre con otros asaltos similares que están impunes. El resultado dio positivo con otro robo en San Rafael ocurrido el año pasado.
En esa investigación, un testigo del asalto señaló la patente de una camioneta Toyota Hilux color blanco en la que habían escapado los malvivientes. El mismo rodado fue filmado 15 minutos después en una estación de servicio y se identificó el rostro de algunos de los ocupantes. Ahora se trata de determinar si la misma banda fue la que actuó en el robo en San Rafael ocurrido a principios de julio.
Lo cierto es que debido a que solían movilizarse en camionetas de alto valor y hasta algunos de los presuntos asaltantes residen en barrios privados del Sur provincial, lo que motivó a que fueran denominados como la banda de los Chetos.