La búsqueda se concretó en varias provincias.
Uno de los casos más resonantes de los últimos tiempos en Mendoza tuvo un triste final durante la tarde de este miércoles, cuando efectivos policiales encontraron muerto al carpintero Sergio Lobos sobre Ruta 60, casi llegando al puente del Río Mendoza (San Martín).
El hombre de 63 años era buscado desde el 21 de diciembre, a través de una pesquisa liderada por el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello. Por ahora, sólo se confirmó oficialmente el hallazgo de un cuerpo descuartizado -eso puede haber sido producto de los perros carroñeros- y se espera que en las próximas horas haya más precisiones.
Policía Científica y personal de la fiscalía ya llegaron a la zona. El área del rastrillaje está cerca del límite entre Maipú y Palmira, y venía siendo recorrida por los efectivos desde hace varias jornadas.
Es la segunda noticia fatal alrededor de la causa, ya que el 24 de diciembre fue hallado un sujeto sindicado como principal sospechoso por la desaparición de Lobos. Víctor Hugo Salazar también apareció sin vida, colgado de un olivo, en una finca ubicada en Carril Viejo (Beltrán, Maipú).
Familiares y allegados de Lobos habían ofrecido una recompensa de $250 mil para quien pudiera aportar datos para encontrar a Zalazar, ya que creen que es el principal responsable de la muerte del carpintero. Desde el inicio de la instrucción se concretaron rastrillajes no sólo en Mendoza sino también en San Luis y Córdoba.
Finalmente, esta tarde de informó sobre el hallazgo en Zona Este y en el operativo de recuperación de pruebas podría estar la clave para entender qué fue lo que pasó.
Sergio Lobos -que era oriundo de Palmira- salió el martes 21 en su camioneta Ford Ranger. Su objetivo era comprar una barra antivuelcos para el rodado. Para ello iba a reunirse con un albañil con quien había trabajado anteriormente. Sin embargo, nunca más volvió a ser visto. Sus familiares hicieron la denuncia y se inició un expediente por averiguación de paradero.
Los pesquisas se dirigieron a la casa de Salazar, el albañil, y realizaron un allanamiento, pero no estaba ninguno de los dos. A pocos metros se encontró la camioneta de la víctima que tenía algunas modificaciones: le habían quitado los estribos y le pintaron las llantas.
Los investigadores creen que Sergio Lobos fue citado por el hombre para engañarlo y podría haberlo atacado por problemas personales. Esa es la primera hipótesis de la investigación.