Una dura pena recibió el sargento Santiago Ochoa (49) por asesinar a Cristian Videla (25). El efectivo recibió 17 años de prisión por ultimar en la puerta de su casa al joven en un hecho ocurrido en Guaymallén en junio de 2013.
En la jornada de este miércoles se realizaron los alegatos en la Primera Cámara del Crimen y el fiscal Javier Pascua había solicitado 24 años de prisión entendiendo que se trata de un homicidio agravado por el uso de arma de fuego. De esta forma, había pedido el cambio de calificación ya que durante la etapa de investigación el caso terminó caratulado como homicidio bajo estado de emoción violenta -prevé de 1 a 3 años de prisión-.
En su argumentación, el representante del Ministerio Público se basó en un informe del Cuerpo Médico Forense (CMF) donde se estableció que el sargento Ochoa no se encontraba en ese estado y que tiene una personalidad iracunda, egocéntrica, narcisista y autoritaria.
Otra de las pruebas vitales para el fiscal Pascua fue la grabación de un llamado al CEO que realizó el efectivo tras cometer el hecho. En el audio se aprecia que Ochoa informa al 911 sobre lo ocurrido, aunque luego deja el teléfono abierto y arenga a su familia a gritar para simular una situación tensa.
La parte acusatoria manifestó que Videla no estaba cometiendo un hecho grave como poner en riesgo la vida de la familia del policía, sino que estaba saltando el portón para escapar del lugar.
Ochoa además ya tenía una condena por homicidio culposo por un hecho ocurrido 20 años atrás, cuando viajaba en un micro y un ladrón intentó cometer un asalto. El policía comenzó a disparar y terminó matando a un albañil que viajaba en el colectivo y nada tenía que ver con el hecho.
"Pido respeto a la Policía de Mendoza pero hay que defender a los honestos y no a los corruptos, que en vez de cuidarnos nos desprotegen", aseveró el fiscal de la Primera Cámara del Crimen.
También había solicitado una compulsa para que la Inspección General de Seguridad (IGS) investigue administrativamente y determine si cometieron un delito los otros miembros de la Policía que intervinieron tras la muerte de Videla. El fiscal sospecha que cometieron irregularidades para alterar la escena del crimen.
En contraparte, el abogado defensor Eduardo de Oro había solicitado la absolución de su defendido entendiendo que se trata de un caso de legítima defensa -no está penado por el Código Penal- o, en forma subsidiaria, que se lo condenara bajo la figura de emoción violenta ya que estaba en riesgo la integridad de su familia.
El tribunal de la Primera Cámara del Crimen terminó coincidiendo con el fiscal Pascua en cuanto al cambio de calificación y a la compulsa para investigar al resto de los uniformados, aunque bajó la cantidad de la pena y le dio 17 años de prisión a Ochoa.
Investigación cambiante
En las primeras horas del 28 de julio de 2013, Santiago Ochoa llegaba a su casa ubicada en la lateral norte del Acceso Este, en las inmediaciones del Mendoza Plaza Shopping. El oficial aseguró que vio cómo un joven intentaba ingresar a su casa saltando el portón y, al advertir su presencia, salió corriendo. Ochoa tomó su arma reglamentaria y efectuó al menos dos disparos contra el presunto ladrón.
Uno de los proyectiles impactó en la nuca de Cristian Videla, quien quedó internado en el Hospital Central. Dos días después, en las primeras horas de la tarde, el joven perdió la vida.
El entonces fiscal de Delitos Complejos Daniel Carniello -hoy en la departamental de Guaymallén- lo imputó en un principio por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por pertenecer a la fuerza de seguridad pública, delito que prevé prisión perpetua. El sargento estuvo unos días en prisión pero luego su defensa presentó un informe psicológico donde demostraba que estaba bajo el estado de emoción violenta y recuperó su libertad.
Antes del juicio, el abogado De Oro intentó una suspensión del juicio aprueba, es decir, que el policía admita su culpa en un juicio abreviado y se arregle una pena accesible bajo la calificación de emoción violenta, pero el fiscal Pascua no estuvo de acuerdo y todo se definió en este proceso oral y público.