Tiene 58 años

El tortugo Jorge sigue nadando aguas argentinas pero encaminado hacia Brasil

Los especialistas que lo monitorean a diario confirmaron que ya pasó Pinamar. Dijeron que va a buen ritmo y con el rumbo correcto hacia su lugar de origen

El tortugo Jorge disfruta de nadar libremente por el mar sin paredes que le impidan seguir hacia donde su lugar de origen. A pesar de los 40 años que estuvo en cautiverio, los últimos años en rehabilitación funcionaron y demostró que puede llegar a la costa de Brasil.

Todavía le queda un largo camino tras su liberación el viernes 11 de abril pasado, pero todos los especialistas que trabajaron con él y que ahora monitorean su avance están muy esperanzados que continúe el camino correcto para regresar a su hábitat.

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La imagen pertenece al Aquarium de Mar del Plata, cuando el tortugo Jorge estaba en su etapa de rehabilitación.

La imagen pertenece al Aquarium de Mar del Plata, cuando el tortugo Jorge estaba en su etapa de rehabilitación.

El tortugo Jorge demostró a todos que sus músculos están fuertes, que tiene la capacidad de nadar largas distancias en el océano y, sobre todas las cosas, que puede comer por sí mismo.

También dejó en claro que todavía recuerda el camino que debe tomar, ya que se maneja las corrientes correctas para regresar a Brasil. Se trata de las corrientes cálidas que debe seguir también para regular su temperatura corporal.

El tortugo Jorge y su recorrido por el mar

El transmisor que le colocaron en su caparazón pesa apenas 300 gramos, algo prácticamente imperceptible para el tortugo Jorge, es fundamental para los científicos. Esta es la única manera para saber dónde está y si sigue con vida.

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Este es el transmisor que le colocaron al tortugo Jorge en su caparazón para monitorear por dónde va.

Este es el transmisor que le colocaron al tortugo Jorge en su caparazón para monitorear por dónde va.

No se puede saber a ciencia cierta cuánto tiempo se queda en un lugar o qué hace, ya que este rastreador marca solamente cada vez que Jorge sale a la superficie para respirar. Pero con esa información es suficiente para mostrar por dónde va.

El único temor que tienen los especialistas es que hay zonas que deberá transitar en las que encontrará mucha comida y presas fáciles con las que puede hacerse un gran festín, pero también hay mucha basura y plásticos, principalmente los que son plateados que puede confundirlos con alimento.

Pero sin ese inconveniente, saben que el tortugo Jorge está en condiciones para recorrer nuevamente las zonas donde vivió los primeros 20 años de su vida, antes de desorientarse en la costa Argentina en 1984. Mendoza lo recibió ya que era la única provincia del país que tenía lugar para alojarlo en el Acuario Municipal de Capital.

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