Cuando nos imaginamos asesinos seriales, generalmente la cabeza se va a hombres de Estados Unidos que han cometido múltiples crímenes en las últimas décadas. Pero nadie podría imaginar que el primer documento de la historia es sobre una mujer romana que la acusaron de 400 envenenamientos.

Es la historia de Locusta, una mujer que vivió en el siglo I durante los primeros años del Imperio Romano, una era marcada por intrigas políticas, traiciones y luchas de poder. Aunque no se sabe con certeza su lugar de nacimiento, algunos historiadores sugieren que provenía de la Galia (actual Francia).

En una sociedad donde las mujeres tenían un acceso limitado al poder, Locusta encontró en los venenos una herramienta para ganar influencia y riqueza. Y eso, la convirtió en la primera asesina serial de la historia.

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Locusta está documentada como la primera asesina serial de la historia.

Locusta está documentada como la primera asesina serial de la historia.

La historia de la primera asesina serial

Locusta aparece en los registros históricos durante el reinado de Claudio y Nerón del año 41 al año 68. Según los historiadores romanos, fue contratada por Agrippina la Menor, madre de Nerón, para eliminar a Claudio, su esposo. El objetivo era asegurar el ascenso de Nerón al trono.

La documentación marca que Locusta preparó un plato de hongos envenenados que causó la muerte de Claudio en el año 54.

Tras ese primer crimen, Locusta continuó trabajando para Nerón. Uno de sus asesinatos más notorios fue el envenenamiento de Británico, hijo de Claudio y hermanastro de Nerón, quien representaba una amenaza para el trono.

Según Tácito, la asesina serial diseñó un veneno que mató a Británico durante un banquete, causando conmoción entre los presentes. Este acto no solo eliminó a un rival, sino que también demostró la eficacia y discreción de sus métodos.

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Locusta está documentada como la primera asesina serial de la historia.

Locusta está documentada como la primera asesina serial de la historia.

Aunque los historiadores romanos no detallan cada uno de los supuestos 400 asesinatos atribuidos a Locusta, se cree que su carrera como asesina serial abarcó décadas y sirvió a múltiples clientes, desde emperadores hasta aristócratas.

Su conocimiento de botánica y química le permitió experimentar con sustancias como la cicuta, el arsénico y el acónito, creando venenos que podían simular muertes naturales o enfermedades. Este nivel de sofisticación era inusual para la época y le permitió operar como asesina serial sin ser descubierta durante mucho tiempo.

Locusta no solo elaboraba venenos, sino que también entrenaba a otros en su uso, lo que amplificó su influencia. Algunos relatos sugieren que tenía una red de aprendices y colaboradores, lo que podría explicar el elevado número de crímenes asociados con su nombre.

La carrera de Locusta llegó a su fin bajo el reinado de Galba, quien asumió el poder tras la muerte de Nerón en el 68. Como parte de una purga contra los aliados de Nerón, fue arrestada y condenada a muerte. Según Dión Casio, la asesina serial fue ejecutada de manera pública y humillante, posiblemente arrastrada por las calles de Roma.

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