Por Catherina [email protected]
Gerardo Arenas (27) le efectuó un disparo en la cabeza a Vanesa Quispe (21) en el persa de Rodeo del Medio. Ella tenía en brazos a su hijito (1), quien se salvó.
Gerardo Arenas (27) le efectuó un disparo en la cabeza a Vanesa Quispe (21) en el persa de Rodeo del Medio. Ella tenía en brazos a su hijito (1), quien se salvó.
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El preso del penal Almafuerte, en Cacheuta, que fue encontrado por los carceleros ahorcado en su celda ayer a las 9.30, estaba condenado a perpetua por haber asesinado a una joven madre, embarazada de ocho meses. Estaba en el sector de máxima seguridad y cumplía la condena por el homicidio de Vanesa Quispe (21), quien cuando fue asesinada cuando llevaba en brazos un hijo de un año y estaba embarazada.
Gerardo Arenas alias El Pailón estaba en el módulo 5, de máxima seguridad, donde se encuentran alojados los presos más peligrosos y conflictivos del penal. Se ahorcó con un cordel. El reo se encontraba allí desde agosto del 2008, cuando fue condenado a la pena máxima por la Séptima Cámara del Crimen.
El hombre asesinó a Quispe cuando ella estaba en el persa de Rodeo del Medio llevando en brazos a su hijito.
Arenas quiso matar al dueño de un local de venta de celulares y fue entonces que ella recibió el mortal disparo en la cabeza.
Como consecuencia de ello la joven madre cayó al piso en medio del pasillo central y murió prácticamente en el acto.
Juicio y condenaEn un tiempo que podría definirse récord –tardó apenas 7 meses de ocurrido el hecho– se realizó en la Séptima Cámara del Crimen el juicio oral y público contra Gerardo Arenas por haber matado a Vanesa Quispe . La joven víctima se encontraba en el octavo mes de embarazo y el bebé no pudo ser salvado. Su asesino fue condenado a perpetua.
El tribunal que juzgó a Arenas estuvo integrado por Agustín Chacón, Pedro Carrizo y Gabriela Urciuolo, mientras que como fiscal de cámara actuó Susana García.
El asesinato de Quispe, que ocasionó una gran revuelta popular por las connotaciones que lo rodearon, sucedió el 10 de agosto de 2008 alrededor de las 19.50. Fue en el persa Aivilob, ubicado en ruta 50 sin número, de Pedregal, Rodeo del Medio, departamento de Maipú.
En el puesto 54, cerrado con latas y ubicado en el pasillo lateral, se encontraba Javier Eduardo Picco, quien dejó en el suelo los dos bolsos con celulares de su propiedad. Según la elevación a juicio, el acusado lo interceptó y mediante uso de arma de fuego le robó. También le exigió a Picco que entregara la billetera y ante esto el hombre introdujo las manos en los bolsillos para dársela.
Fue en ese momento en que el acusado, estando a una distancia aproximada de dos metros de Picco, le efectuó un disparo de arma de fuego. En vez de darle a él, impactó en Vanesa Quispe de García, quien justo pasaba a unos 10 centímetros de Arenas.
La mujer transitaba ocasionalmente por el lugar junto con su hijo de 1 año, al que llevaba en brazos, y el pequeño se salvó por milagro.
El disparo le dio en la cabeza. Vanesa cayó al suelo perdiendo abundante sangre.
Fueron desesperados los intentos que realizaron los dueños de los otros locales por salvarla, a la espera de la llegada de la ambulancia. Ni siquiera se pudo hacer nacer al niño que llevaba en su vientre.