El juicio al presunto jefe de una gran banda narco en Mendoza llegó a su fin. Sus supuestos "socios", también recibieron la misma condena. El Colo Solar fue absuelto. Es la segunda prisión perpetua que recibe Araya y El Hueso

El Gato Araya fue condenado a prisión perpetua por el asesinato de dos albañiles

Por UNO

Marcelo El Gato Araya, fue condenado a prisión perpetua, como autor intelectual del sangriento homicidio de dos albañiles amigos de Daniel El Rengo Aguilera, cuando trabajaban en su casa de El Carrizal, en enero de 2010. Sus presuntos “socios”, Ricardo Ferreyra Ervidia y Héctor El Hueso Morales recibieron la misma pena, mientras que Juan Carlos El Colo Solar fue absuelto. Es la segunda perpetua que recibe Araya y Morales.

Así lo decidió el tribunal de la Sexta Cámara del Crimen, integrado por Liliana De Paolis de Aynerich, Marcelo Gutiérrez del Barrio y Alejandro Gulle, luego de casi 7 meses de debate y en una sala colmada de personal penitenciario y grupos especiales fuertemente armados para garantizar la seguridad.

Ricardo Ferreyra Ervidia y Héctor El Hueso Morales fueron condenados a prisión perpetua como coautores responsables por el homicidio agravado premeditado por dos hechos en concurso real. Marcelo El Gato Araya recibió la misma pena por ser el instigador del doble crimen. Además los tres quedaron como reincidentes.

Por su parte Juan Carlos Solar, el único imputado que mantenía su libertad por estar acusado de partícipe secundario, fue absuelto por el beneficio de la duda.

El tribunal también pidió que se investiguen otros hombres cuyos apodos y nombres surgieron de la misma investigación y relacionados con la banda de El Gato Araya.

Además los jueces desestimaron el pedido de nulidad de las escuchas telefónicas como prueba, tal como pidió el defensor de Araya, y también desestimó el pedido de inconstitucional de la condena de prisión perpetua.

De esta forma, El Gato Araya y El Hueso Morales es la segunda prisión perpetua que reciben. En diciembre de 2012 fueron condenados por el homicidio de Ezequiel Salas en el barrio La Gloria, ocurrido en enero de 2010, unos días antes al crimen de los albañiles.

Momento previo

Antes de dar a conocer la sentencia, los imputados tuvieron la posibilidad de hablar para agregar algo más en su defensa, pero se negaron tal como lo hicieron durante todo el juicio, para que sus voces no sean comparadas con las escuchas telefónicas grabadas desde fines de 2009 hasta principios de 2010.

Solamente Marcelo Araya presentó un escrito que le entregó a su abogado defensor Enoc Ortiz, quien la leyó para el tribunal: "Quiero hacerle saber al tribunal, al fiscal Pascua y a la prensa que todos siguen ocultando, porque en las escuchas telefónicas mi voz aseguro que no está".

"Si el expediente federal de las escuchas telefónicas no se hubiera filtrado en la prensa, la Justicia provincial ni se hubiera enterado".

Al respecto El Gato expresó que cuando fue llevado a la fiscalía de Delitos Complejos para ser imputado por los homicidios le dijeron: "Araya, en esta causa no teníamos nada hasta que esta mañana vi en la prensa que habían parte de unas escuchas telefónicas desgravadas, se las pedimos al Tribunal federal y con eso imputamos".

El acusado como instigador por el doble homicidio de El Carrizal, ocurrido en enero de 2010, elogió la inteligencia del fiscal de cámara Javier Pascua y le pidió que "no se deje tomar por tonto" por los dos policías que escucharon todas las grabaciones telefónicas desde el inicio de la investigación por narcotráfico.

"Le pido que no se deje tomar por tonto porque ellos quisieron convencerlos que las escuchas eran reales. No les alcanzaba para su asenso los delitos menores".

Ante todo esto, Araya pidió que se abra una investigación para las personas que hicieron las escuchas y participaron de la investigación.

El juicio

Las escuchas telefónicas de la banda fueron la prueba crucial para conocer qué pasó esa tarde del 15 de enero de 2010, donde los albañiles Darío Echevarrieta, alias El Chochán, y José Ceferino Escudero, El Chirola, fueron brutalmente asesinados con un pico en la cabeza.

Del único que había un solo registro y los especialistas no tenían la certeza absoluta era de Juan Carlos Solar, quien había sido imputado como partícipe segundario al haber trasladado a los sicarios. De hecho, estuvo en libertad durante todo el proceso.

“Les clavamos los cuchillos, se rompieron todo. Con un pico en la cabeza le terminé dando”, le confesó Ferreyra Ervidia a su presunto jefe, El Gato Araya, en una comunicación que mantuvieron a los pocos minutos de cometido el homicidio.

En una pared de la casa de los Aguilera del barrio El Coral, de El Carrizal, escribieron con la sangre de las víctimas “Rengo sos vos”, como un claro mensaje de amenaza.

Días antes de cometer el aberrante crimen, se grabó una comunicación en la que Araya dijo: “Somos asesinos, pero al final nadie mata a nadie”, en reclamo que nadie se atrevía a asesinar a Daniel El Rengo Aguilera.

“Estaban todos en la casa de la madre y habían guardado los autos para que pareciera que no había nadie. Uno sólo que se ponga a tirar ahí en la puerta de la casa y aunque sea le pegue a alguno”, pedía Araya, enemigo del jefe de la barrabrava del Tomba.

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