El monto de la estafa ronda los $250.000 tan sólo en Rivadavia. Las maniobras consistían en que la telefonista atendía a las incautas personasque concurrían a pedir los préstamos –eran ofrecidos a tasas de interés bajas– a sudomicilio o bien a la misma Municipalidad de Rivadavia durante la mañana. Para acceder a dichos préstamos sólo era necesario presentar el DNI, el recibode un impuesto y en caso de poseerlo, el bono de sueldo, pero esto no eraimprescindible. Para otorgarles el préstamo más pequeño ($25 mil) el gasto mínimoadministrativo que les cobraban a estas personas era de $50. De allí en más podían acceder a préstamos de hasta $100 mil y en algunos casos dehasta $200.000 con un gasto administrativo de $1.000. Las primeras personas que cayeron en esta red delictiva, integrada también poruna mujer que reside en Guaymallén y que es cómplice de la empleada municipal, fuerongendarmes, policías y empleados municipales que conocían a su compañera de trabajode la Comuna y por eso nunca dudaron de ella. Hace aproximadamente un mes estas dos mujeres comenzaron a realizar reunionesen unas cabañas de Cacheuta en las cuales hacían participar a las víctimas. Huboocasiones en las que se trasladaron en cinco tráfics que salieron de la puerta de laMunicipalidad. Esto era un ardid que utilizaban las estafadoras para dar máscredibilidad a las operaciones que proponían. Cuando llegaban allá, las víctimas observaban, por caso, que también esperaban laentrega del dinero efectivos policiales y eso les dio más razones para creer que todo eranormal. Las mujeres los hacían pasar de a uno a la cabaña y les preguntaban si redoblaban elpedido de préstamo hecho anteriormente: o sea si era de $25 mil podían pedir hasta $50mil. Obviamente aumentaba el gasto administrativo, que tenían que abonar en el lugaro al día siguiente en la casa de la empleada municipal en Rivadavia. Con este mecanismo lograron hacerse de mucho dinero: en las esferasinvestigativas se estima que el monto de la estafa, sólo en Rivadavia, sería de$250.000. El dinero era traído a Mendoza a medida que lo cobraban. El monto embolsado durantelos dos o tres meses en que incursionaron en estas maniobras era de $7.000 a $8.000 por día. Tras una alerta, el área investigativa de la Policía departamental de Rivadaviacomenzó a investigar. Quince días después cerraron el círculo y pidieron allanar lacasa de la de Rivadavia y luego la de Guaymallén. En ambas secuestraron numerosadocumentación y dinero en efectivo, que son las pruebas que utilizó el juez deInstrucción Ricardo Shultz para ordenar su detención e imputarlas por el delito deestafas reiteradas. Quedaron presas.