Aguirre, quien residía en la localidad correntina de Empedrado, no tenía trabajo fijo y era padre de cinco hijos, pero fue sugerido como guardador por la madre de las menores. La primera en alertar a su madre sobre los ataques sexuales de su tío fue la mayor de las hermanas. Contó que había sido violada por su familiar en varias ocasiones y que algunos de los hechos ocurrieron en el predio donde Aguirre se desempeñó un tiempo como sereno.
La investigación judicial se disparó en 2018, luego que la mayor de las cuatro hermanas radicara una denuncia contra su tío. El hombre fue inmediatamente detenido y fueron sus propias hijas quienes confirmaron los abusos que sufrían sus primas. Las testigos dijeron que nunca revelaron lo que sucedía por miedo a su padre. La menor contó que los abusos comenzaron cuando tenía nueve años y se prolongaron cinco años. Una de sus hermanas menores, en tanto, fue sometida a manoseos y obligada por su tío a mirar videos pornográficos. El Tribunal dio a conocer la parte resolutiva de la sentencia, y la próxima semana se conocerán los fundamentos, dijeron voceros judiciales.