El próximo 23 de agosto a las 16 será un día clave en la investigación por el crimen en el Bombal. Una jueza definirá si Pablo Rivas Stewart (27) sigue detenido en el penal por el asesinato del periodista Luziano Moreno (30). Con esa fecha como objetivo, tanto la Fiscalía como la defensa buscan incorporar pruebas para defender sus teorías del caso y las imágenes de las cámaras de seguridad pueden ser claves.

Prácticamente desde el día del hecho, los investigadores se abocaron a tratar de reconstruir las últimas horas con vida de Luziano Moreno. Desde el momento en que pasó a buscar a Pablo Rivas por su domicilio ubicado en las inmediaciones del club Andes Talleres hasta el momento en que fue apuñalado en una esquina del barrio Bombal. Varias imágenes se incorporaron al expediente en los últimos días, trascendió.

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El rodado de Luziano Moreno en las imediaciones del barrio Bombal un minuto antes del asesinato.

El rodado de Luziano Moreno en las imediaciones del barrio Bombal un minuto antes del asesinato.

En las grabaciones de las cámaras de seguridad se puede observar el movimiento del VW Fox de la víctima fatal y hay un dato que no es menor: no se observa ninguna moto, aunque restan algunos fragmentos del recorrido por analizar. Justamente Pablo Rivas, al momento de ser detenido, manifestó extraoficialmente -todavía no declarar formalmente en la causa- que le había entregado 22 mil dólares a Luziano Moreno y un sujeto en una moto pasó a retirarlos.

Esta coartada también parece derrumbarse con otra prueba: unos audios de Whatsapp que aportó un amigo común entre ambos -fue quien los contactó para que hicieran el intercambio de dinero-. A las 13:59 de ese día, Luziano Moreno le decía que estaban esperando que llegara la hermana de Rivas con los dólares. La única hermana que tiene el sospechosos vive en España. A las 14:07, ocho minutos después, ingresó el llamado al 911 del testigo que presenció el crimen en el Bombal.

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Luziano Moreno, la víctima del crimen en el Bombal.

Luziano Moreno, la víctima del crimen en el Bombal.

Estas evidencias, sumado a que el sospechoso tenía una coartada preparada para manifestar a la policía cuando fue detenido y que tenía hasta un Código Procesal Penal en su departamento cuando fue allanado, hacen creen a la fiscal Claudia Ríos y al abogado querellante Armando Correa que tenía planificado el asesinato para quedarse con los pesos argentinos que Luziano Moreno quería cambiar a dólares.

La audiencia de prisión preventiva del 23 de agosto será clave para dilucidar cuál será la estrategia del abogado defensor Alejandro Cazabán, que hasta ahora se ha manejado con un fuerte hermetismo. Trascendió que el letrado ha solicitado incorporar algunas evidencias en busca de demostrar que Pablo Rivas podría haber tenido esa suma de dólares, como por ejemplo documentación sobre la venta de una propiedad familiar.

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Crimen en el Bombal

Minutos después de las 14 del 22 de julio pasado, Lucho Moreno condujo su auto VW Fox hasta el domicilio de Pablo Rivas, lo pasó a buscar y estacionario en calle Aguirre. Según relataron testigos, se produjo una discusión entre ambos donde Moreno terminó con varias puñaladas en el cuello.

Tras alertar al 911, las autoridades lograron detener a Pablo Rivas en el oeste de Godoy Cruz. El joven había estacionado el auto de la víctima fatal sobre una calle de tierra y el cadáver aún estaba dentro de habitáculo. En el rodado también había poco más de 4 millones de pesos en efectivo.

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Minutos después del crimen en el Bombal, el auto fue captado en el oeste de Godoy Cruz.

Minutos después del crimen en el Bombal, el auto fue captado en el oeste de Godoy Cruz.

En una declaración que realizó a personal policial –al ser extraoficial no tiene validez en la causa- aseguró que le entregó 22 mil dólares a Luziano Moreno pero a este último le faltaban pesos argentinos, lo que generó una discusión que terminó con el asesinato.