En el fallo de 60 páginas al que Télam tuvo acceso, la Cámara dio por "plenamente acreditado que Soloaga necesitaba dinero y le urgía conseguirlo" ya que "según sus propios dichos ese era el último día que tenía para abonar a la empresa 'Fun Time' el viaje de quince años de su hija a Disney World".
►TE PUEDE INTERESAR: Fuerte explosión e incendio con una herida se produjo en un edificio de calle San Juan y Formosa
"Es correcto el razonamiento del tribunal al concluir que la imputada necesitaba ese día contar con una importante suma de dinero para saldar el viaje de su hija y que, paralelamente, sabía que Chirico y Speranza contaban con ahorros en su domicilio. Ello permitió sostener el móvil del crimen, circunstancia que no pudo ser rebatida por la defensa en su presentación recursiva", sostuvo en su voto el juez Rimondi.
El magistrado también se refirió al vínculo entre la acusada y las víctimas, quienes "le permitían ingresar al baño y le convidaban con café y mate" mientras trabajaba de consigna en la cuadra de su casa, por lo que "tal relación precedió al evento y fue de relevancia para sospechar de la autoría de Soloaga, no solo porque ella tenía conocimiento acerca de la capacidad económica de las víctimas sino también por la ausencia de signos de violencia en la intrusión al domicilio y la consecuente necesidad de procurar su impunidad, dando muerte a los únicos testigos que podrían identificarla sin inconvenientes".
"Se encontró plenamente acreditado y la defensa no puede rebatir, que Soloaga se ocupó con detenimiento de quedar fuera de todo rastreo satelital en el horario que -casualmente- fueron asesinados Alberto Chirico y María Delia Speranza y que, paralelamente, fue captada por las distintas cámaras de seguridad dirigiéndose a la casa de las víctimas", afirmó.
►TE PUEDE INTERESAR: Accidente fatal en San Martín: murió un motociclista al chocar con un micro en carril Norte
Para la Sala I, "la plataforma fáctica reconstruida a partir de las evidencias encontradas en la escena del crimen, los testimonios recabados y las cámaras de seguridad barriales que captaron los movimientos de Soloaga permiten, sin hesitación, ubicarla en el interior del domicilio de los damnificados luego de haber ingresado sin la necesidad de forzar ese encuentro atento el grado de confianza entre las partes".
Y en ese sentido continuó que tras "intimidarlos con el arma de fuego que portaba regularmente, golpearlos con ese armamento en la cabeza -posiblemente- para que confesaran dónde tenían guardados sus ahorros (marcas visibles en sendas autopsias), amedrentarlos para que no ejercieran ningún acto defensivo que pusiera en peligro su integridad física, a su turno ejecutarlos de un disparo certero en la cabeza (de atrás hacia adelante), atenuando el sonido de las detonaciones mediante un almohadón, con la finalidad de no ser denunciada y, finalmente, sustraer los ahorros de la pareja que guardaba en distintos lugares de la casa".
Condenada matrimonio asesinado.jpg
El matrimonio de jubilados fue asesinado por una ex oficial de la policía porteña, quien fue condenada a prisión perpetua
"Ambas víctimas fueron asesinadas con un arma del mismo calibre, marca y modelo que la provista a Soloaga por la fuerza de seguridad; la pericia balística arrojó una coincidencia 'no concluyente' respecto de esa arma en particular; ese mismo día hizo desaparecer su arma reglamentaria luego de denunciar falsamente su sustracción; se hallaron en sus ropas (...) restos de pólvora e inexplicablemente se la encontró (un par de horas después de los homicidios) en poder de una elevada suma de dinero (similar a la sustraída a las víctimas)", concluyó el fallo.
El crimen del matrimonio ocurrió entre las 12 y las 14.30 del 11 de junio de 2019, en la casa de las víctimas ubicada de la calle Eugenio Garzón 3581, en el barrio de Parque Avellaneda, zona donde la condenada cubría servicio de parada.