Insólito

Video: cinematográfica persecución en San Luis a un fan del Indio Solari que manejaba en contramano

Un joven de 30 años nunca llegó a escuchar al mítico líder de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota: la Policía lo detuvo porque transitó varios kilómetros a contramano y alta velocidad

Por UNO

Maximiliano Hernán De León tenía un destino: el autódromo Jorge Ángel Pena, en San Martín. El Indio Solari y su banda, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, darían un recital allí, y no quería perdérselo. Pero el joven de 30 años nunca llegó a escuchar al mítico líder de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota: la Policía de San Luis lo detuvo porque transitó varios kilómetros de la Autopista de las Serranías Puntanas a contramano y alta velocidad.

Finalmente, cuando paró, se enfrentó con los agentes. A uno lo hirió y al otro le rompió la remera a tirones.

El joven domiciliado en la provincia de Buenos Aires conducía un Volkswagen Gol blanco. Iba solo. Pero un policía dijo que llevaba una parrilla grande, lo que le hace suponer que quizás iba con acompañantes que se bajaron antes o bien que era parte de un grupo que viajaba en otros vehículos.

Ayer recuperó la libertad por orden del juez Correccional y Contravencional Marcelo Bustamante Marone, informó el oficial principal Pedro Álvarez, jefe de la Subcomisaría 1ª de Balde. Los investigadores de esa dependencia le abrieron un sumario por resistencia a la autoridad y lesiones. A las 12:40 recibieron el alerta por el conductor que circulaba a contramano, precisó el jefe de la Policía Caminera, comisario Sergio Quiroga.

A contramano y a toda velocidad para ir al recital del Indio Solari - telefe noticias

Los automovilistas dieron el aviso, preocupados ante la posibilidad de que el imprudente causara un accidente. Los efectivos del Cuerpo de Seguridad Vial 1 que estaban apostados a la altura de la entrada a Balde ubicaron el auto en cuestión. Iba de San Luis a Mendoza, pero por la mano incorrecta. Le hicieron señas al conductor para que parara, pero éste no hizo caso. Es más, “maniobraba dirigiendo su vehículo contra otros” que iban bien, consignaron los policías en un informe.

Prendieron la sirena y las balizas y fueron tras el Volkswagen. De León recorrió unos siete kilómetros, cruzó el cantero central y se cambió de mano. Transitó de modo correcto unos tres kilómetros, y después atravesó de nuevo el cantero y retomó por el carril por el que circulaba, en dirección a San Luis, refirió la Policía.

El imputado, al parecer, no sintió presión alguna al verse perseguido: en un momento sacó la cabeza por la ventanilla e insultó a los agentes que le pedían por el megáfono que frenara. Y les hizo algunas señas y amenazas con un elemento, lo que les hizo sospechar que podía estar armado. Más tarde, cuando requisaron el Gol, no encontraron adentro ningún arma, aclaró el comisario Quiroga.

Los uniformados efectuaron un disparo al aire con postas de goma, para que parara. Pero el conductor giró en “U” y huyó hacia Mendoza. A esa altura, ya se habían sumado otros compañeros al operativo. Unos metros más adelante, éstos habían cruzado otro móvil, una camioneta Renault Duster. De León esquivó la patrulla, que estaba sin ocupantes, y siguió. Inclusive intentó atropellar a los efectivos que estaban en la autopista, aseguraron en el informe.

Luego de atravesar el cantero central varias veces, paró y se bajó del Volkswagen. Cuando los efectivos se le acercaron se resistió a que lo redujeran y los lesionó. “A uno le provocó una fractura en la mano derecha. Lo llevaron a la Clínica Italia, pero ya le dieron el alta”, dijo el jefe de la Caminera.

Al conductor le hicieron un alcoholtest. Según la prueba, tenía cero gramos de alcohol en la sangre. Pero “estaba como ido. Llamaba a la madre, se largó a llorar”, describió una fuente. Por su comportamiento, los investigadores supusieron que estaba bajo el efecto de otra sustancia. De hecho, el hombre le confió a un policía que horas antes había ingerido cocaína, reveló una fuente. Y en el auto llevaba una bolsa con hojas de coca, un estimulante.

Los policías le pidieron al juez que autorizara a hacer una extracción de sangre al arrestado, para constatar si estaba intoxicado, pero no les dio la orden. Más tarde, el jefe de la seccional de Balde se entrevistó con De León y lo vio bien. “Reconoció que lo que había hecho era una locura, que podría haber matado a alguien", contó.

Fuente: La República

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