País Córdoba
Ya en su provincia natal, el cordobés reiteró sus pedidos de disculpas al pueblo ecuatoriano.

Juez se quebró tras su salida de Ecuador: "Solamente un boludo se quiere ir de ahí"

Por UNO

Tras haber sido desplazado de la Embajada argentina en Ecuador, Luis Juez reiteró su pedido de disculpas por sus polémicas declaraciones sobre los ecuatorianos y aseguró entre lágrimas que "solamente un boludo se quiere ir" de ese puesto.

"Yo gano 12 mil dólares como embajador, tengo un Mercedes Benz y vivo en un castillo; solamente un boludo se quiere ir de ahí, y yo me quiero ir de ahí, porque no estoy con mis hijos, con mis amigos. Descubrí que mi hija se hizo señorita, ¿dónde estaba yo estos dos años?", explicó en declaraciones al canal El Doce de Córdoba.

Ya en su provincia natal, el cordobés se quebró al hablar de sus comentarios sobre los ecuatorianos, episodio que derivó en su salida diplomática ante la insistencia del Gobierno de Lenin Moreno.

"Hace 20 días que estoy pidiendo disculpas. La disculpa es inmediata, instantánea; te abrazo y me perdonás. Entonces, digo, no viejo, yo me tengo que ir, me quiero ir. No es bronca, es impotencia por explicarles que yo soy así", se defendió Juez en declaraciones televisivas.

En la noche de las últimas elecciones legislativas, en las que fue autoridad de mesa en Córdoba, el exsenador radical había relatado a la prensa que había que pasado por su casa a cambiarse la camisa para que no comentaran que era un "mugriento" que había adoptado "hábitos ecuatorianos".

"¡Qué carajo tengo que hacer para que se den cuenta que soy así! Soy franco, sincero, torpe", se excusó, aunque reconoció: "Capaz que no sirvo para algunas cosas. A los 54 años suena ridículo que tenga que contar quién soy yo".

En este sentido, Juez sostuvo que sus dichos fueron "una expresión cordobesa sacada de contexto" y aseguró que "nunca" podría "decir algo que agraviara a un pueblo" que lo "cobijó de una manera increíble".

"Yo no era Gardel, no me merecía la estampita de Santo cuando hicimos clasificar a la Selección. Ni ayer era un talismán ni hoy soy un pelotudo. Ni ayer era Dios ni ahora soy un imbécil", cuestionó.

Finalmente, el radical, que podría pasar a ocupar un puesto Ejecutivo, posiblemente en el Ministerio de Defensa, precisó que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, "se portó muy bien" con él y "tuvo una política de contención": "Me comunicó que el Presidente había dado la orden de que me cuide, de que no me expongan más", detalló.

"Cuando me nombró el presidente Mauricio Macri le dije no tengo ninguna cualidad ni sé el lenguaje diplomático, yo soy otra cosa. Ahora digo, a la hora del balance no hay un ciudadano argentino que haya ido a Ecuador y no haya dormido en mi casa, o comido en mi mesa. Logramos en dos años índices increíbles", destacó.

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