Lucio A. Ortiz
Entrenaba una de las divisiones inferiores de Newell's Old Boys y un amigo (Gabriel Digerálomo), que dirigía la categoría '87, lo invitó a ver a un "chiquito que las hace todas". Así Claudio Vivas observó al pequeño y dijo: "Era un placer verlo".
Pasaron los años y Vivas era el ayudante de Marcelo Bielsa en la Selección argentina mayor. En octubre de 2003, la dupla llegó a Barcelona. La misión era hablar con algunos de los jugadores para ver en las condiciones que estaban para las próximas convocatorias. Se encontraron con Roberto Bonano (arquero de Barcelona) y Mauricio Pochettino (defensor de Espanyol). Y Claudio les preguntó: "¿Conocen a Lionel Messi, cómo anda?
Ambos respondieron que se destacaba en las categorías juveniles de Barcelona. Messi tenía 16 años y no paraba de sorprender jugando en categorías dos años mayores y hasta en el Barcelona B.
El periodista y escritor Guillem Balagué, en su libro Messi, cuenta: "A Vivas le quedaron ganas de saber más".
Fue así que consiguió hablar con un empleado del empresario José Minguella, que le dijo a Vivas: "Como no hagan algo, el chico está a punto de jugar con la selección española sub 17" y le dejó una cinta de video de 12 minutos.
Vivas lo conoció al instante al ver el video: "Ese es el enano de la categoría '87 que llevaba Gabriel". Le vinieron los recuerdos de los primeros años en Newell's. Y el empleado le explicó que le estaban a punto de dar dinero al padre de Messi para que el chico jugara para España. Entonces Vivas le comentó: "Dígale al padre que se quede tranquilo, que voy a tratar de gestionar algo".
Cuando Bielsa vio el video, quedó sorprendido: "No podemos perder a ese chico", dijo el DT.
Se comunicó Vivas con Hugo Tocalli (DT de los juveniles de Argentina) y quedaron en ver el video cuando volvieran al país.
Había cierta reticencia de Tocalli, pero ante la insistencia de Vivas, miró los videos con detenimiento y llamó a José Pekerman, que era el director deportivo de Leganés de España. "Es un genio", respondió José.
A su vez se reunieron Tocalli y Julio Grondona, presidente de la AFA, y decidieron organizar tres partidos amistosos internacionales para que se pusiera la camiseta argentina y firmara una planilla oficial de FIFA, para impedir que se lo llevara España.
Un administrativo de la AFA debía contactarse con Messi y buscó en la guía de Rosario. Después de 10 llamadas consiguió el número de Jorge, padre de Lionel, en Barcelona.
En el Mundial sub 17 de Finlandia, disputado en agosto de 2003, Argentina perdió con España en semifinales 3-2, con dos goles de Cesc Fábregas, compañero de Lionel que contó: "Si Lio jugaba para ustedes, nos goleaban y salían campeones. Nosotros queríamos que jugara para España, pero él dice que quiere jugar con ustedes, con Argentina".
Hubo una discusión entre Vivas y Tocalli porque el rosarino estaba convencido de que iba a ser una figura mundial y debía jugar para Argentina.
Tocalli se tomó su tiempo y en junio de 2004 se cumplió el pedido de Vivas.
Llegó el contacto de Tocalli con el padre de Lionel: "Gracias por la llamada, nos han hecho muy felices", dijo Jorge. Después hubo un pedido oficial para Barcelona y se concretaron 3 amistosos (dos contra Paraguay y uno contra Uruguay).
Con 17 años Lionel Messi viajó a Buenos Aires en la semana previa al 29 de junio. La sub 20 ya había jugado un amistoso en Paraguay (2-2) y vendría la revancha en Argentina.
"Chicos, este es Lio Messi que ha venido de Barcelona", lo presentó Tocalli a sus compañeros en el primer entrenamiento.
Y Pablo Zabaleta recuerda: "Empezamos a calentar, hicimos un partidito en campo pequeño y ahí se vio. Este tipo es diferente. Nos dejó a todos con la boca abierta. Con su cambio de ritmo a los defensores nos dejaba clavados en el piso".
El otro extranjero del equipo era Mauro Zanotti, del Ternara italiano. Sus compañeros tenían dos años más y no se notaba jugando al fútbol.
Gerardo Salorio, preparador físico, encaró a Lionel y le manifestó: "Si usted quiere jugar acá, se tiene que sacar el aro y cortarse el pelo". Leo lo miró sin entender nada, le había molestado la bajada de línea. Entonces Salorio entendió y se rectificó: "Te tengo que pedir disculpas, me pasé con vos, me pasé de mambo. No lo tenía que haber hecho, te pido disculpas delante de todos".
Llegó el 29 de junio de 2004 para el amistoso de las selecciones sub 20 de Argentina y Paraguay, en el estadio de Argentinos Juniors, a la noche.
Hugo Tocalli puso de titulares a Nereo Champagne; Ricardo Villalba, Ezequiel Garay, Lautaro Formica y Pablo Zabaleta; Juan Manuel Torres, René Lima y Matías Abelairas; Pablo Barrientos; Ezequiel Lavezzi y Pablo Vitti.
Barrientos hizo dos goles (5' y 30'), Lavezzi y Garay, de penal, convirtieron para el 4-0 del primer tiempo.
En el primer tiempo José Luis García remplazó a Torres, por lesión. En el segundo tiempo ingresaron al inicio Lionel Messi por Lavezzi y Franco Miranda por Abelairas; luego a los 19' José Galván por Barrientos y 33' Federico Almerares por Zabaleta.
El chico rosarino del Barcelona debutó en Argentina con el número 17.
A los 25' Leo, de tiro libre, habilitó a Pablo Vitti (5-0), luego a los 33' Federico Almerares recibió la asistencia de Messi y convirtió el 6-0. Dos minutos después Lionel recibió el balón pasando la mitad de cancha, aplicó su velocidad, pasó entre dos paraguayos, gambeteó al arquero y convirtió el séptimo. A los 43' Almerares hizo el 8-0 definitivo.
Así se produjo la unión entre Messi y la camiseta celeste y blanca, con apenas 200 espectadores en las tribunas. El pibe rosarino que se había ido a los 13 años a Barcelona se estrenó la casaca nacional y comenzó el vínculo.
España no lo pudo convencer.