Lucio A. [email protected]En la década del '60 los clubes más poderosos de Argentina buscaban jugadores en Brasil, que tenía la gran vidriera de los dos campeonatos del mundo ganados en 1958 y 1962. Pero también apuntaban a los uruguayos, como hizo River Plate.El 28 de enero de 1964 los Millonarios, haciendo uso del apodo, compraron a Roberto Matosas. Se habían ganado el apodo en los inicios del profesionalismo. Luego de adquirir a Carlos Peucelle, le compró a Bernabé Ferreyra a Tigre por $35.000, que representaban un récord nacional en 1932. Pasaron ser los Millonarios.En el verano del '64 fue a buscar al destacado marcador central de Peñarol y pagó $33 millones. Representó otra cifra récord para Sudamérica y además, por un defensor.Se habían pagado cifras inferiores por goleadores como José Sanfilippo y Paulo Velentim.Pero se desató un problema grande en la primera revisión médica. Un problema cardíaco alteró a los médicos y el prestigioso cardiólogo Pedro Cossio debió abandonar sus vacaciones para revisar al jugador. El médico fue después quien atendió a Juan Domingo Perón hasta su deceso en 1974.Para alegría de Matosas y del club, los nuevos estudios revelaron que podía jugar en el fútbol de alta competencia, como lo había hecho hasta esos días.Llegó al club de Núñez luego de obtener tres torneos de la liga uruguaya, dos Copas Libertadores (1960 y 1961) y la Intercontinental ese mismo año.River Plate quería fortalecer su defensa y buscaba un título que se le negaba desde 1957. Había sido segundo en '60, '62 y '63.Amadeo Carrizo, Ramos Delgado, Varacka, Luis Cubilla, Ermindo Onega, Luis Cubilla, Delem, Luis Artime y Oscar Pinino Mas eran algunos de los integrantes de un plantel poderoso que se reforzaba con la presencia de Matosas.En 1964, la Selección argentina, con seis jugadores de River (Carrizo, Varacka, Ramos Delgado, Onega, Enrique Fernández y Artime), logró la Copa de las Naciones organizada por la Confederación Brasileña de Deportes, que cumplía 50 años. Argentina venció 2 a 0 a Portugal, 3 a 0 a Brasil (con Pelé, Garrincha y todas sus figuras) bicampeonas mundiales.Ese título dio una idea del potencial argentino y de los cracks de River Plate. Pero los Millonarios, con Matosas integrando un gran equipo, no podían llegar al título, que fue para Boca y los Rojos de Avellaneda terminaron segundos. River quedó en el tercer puesto del '64.Una hincha especialEn uno de los partidos de local el defensor uruguayo escuchó una voz que lo alentaba. Cuando se iba rumbo a los vestuarios, una mujer llamada Haydé Luján Martínez, que se ubicaba en la platea San Martín, lo aplaudió y siguió ovacionándolo. El uruguayo abrió cada ojal y le regaló su camiseta abotonada.La mujer de gran contextura física comenzó a llevar la casaca con el 6 en la espalda a cada partido de los Millonarios. Se la comenzó a distinguir como la Gorda Matosas. Vivía en La Plata y se dedicaba a la venta de números de lotería.Era gritona, grosera, insultaba a más no poder, fumaba mucho y cuando recibía los cánticos de los chinchas rivales no dudaba en realizar gestos y señalar parte de su cuerpo en contestación.La Gorda Matosas les vendía números a los socios en el restorán del club y hasta los jugadores colaboraban. Fue una de las hincha que vivió el ciclo duro sin títulos para River, con 18 años sin festejos, de 1957 a 1975. Pero tuvo su última época de alegrías hasta su muerte el 4 de julio de 1996.Roberto Matosas pasó 5 años, hasta 1968, en River y jugó 165 partidos. Fue subcampeón en 1965 y 1966, y además, segundo en la Copa Libertadores del '66 en la final perdida contra su ex equipo, Peñarol.No pudo ayudar al club a ser campeón y después de algunos años, tras su paso por el fútbol mexicano dijo sonriendo, recordando la etapa en Argentina: "Mi paso por River fue muy bueno, pero fue más famosa la Gorda Matosas que yo"."River es mi novio, mi amigo y mi amante. Y con eso tengo bastante", dijo alguna vez para definir su estado civil. Había nacido en España en 1933 y quedó huérfana a los 6 años. Fue criada por un tío que la llevó a la cancha de River por primera vez. Nunca dejó de ir y viajó a casi todas las canchas, cuando los visitantes tenían tanto derecho a asistir como locales.
ya fue Copa Libertadores
River Plate compró en suma récord a un uruguayo. Roberto Matosas llegó a River Plate, pero no pudo sacarlo de la sequía sin títulos.
La historia de una fanática que recibió un obsequio del jugador