Con la llegada del nuevo Papa León XIV, se puede hablar de una nueva generación de pontífices, más humanos y carnales. Así como hace más de un milenio en Oriente se hablaba del equilibrio entre alma- cuerpo y mente, el flamante sucesor de Pedro suma a sus ejercicios espirituales los ejercicios físicos, en particular con un deporte, el tenis.

El nuevo papa de la Iglesia Católica, Robert Prevost, elegido este jueves, en varias ocasiones habló sobre el fanatismo y confesó que es un gran seguidor del tenis e incluso jugó en varias ocasiones.

“Me considero un tenista bastante amateur. Desde que me fui de Perú he tenido pocas ocasiones para entrenar, así que estoy deseando volver a las pistas”, contó en una ocasión entre risas.

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Los predecesores Francisco I y Juan Pablo II fueron "papas deportistas"

Tal como ya lo hizo su predecedor Francisco I, el argentino Jorge Mario Bergoglio fue un confeso amante del fútbol, al que practicó en su juventud, aunque se reconoció como "pata dura" y fanático del club San Lorenzo de Almagro. Antes que este, el polaco Juan Pablo II (Karol Wojtyla) hasta sus últimos días mostró un estado físico admirable y se lo conocía como cultor y practicante del ski, trekking, andinismo, y también el fútbol.

León XIV nació en Chicago, Estados Unidos, que fue uno de los grandes dominadores del tenis durante muchísimos años. A lo largo de su historia, el país norteamericano fue cuna de superestrellas como Andre Agassi, Pete Sampras, Jimmy Connors y John McEnroe, entre tantos otros.

Sin embargo, León XIV vivió muchos años en Perú. Incluso habló en español durante su primer discurso como papa y le mandó un saludo a la gente de aquel país.

Pese a no tener el dominio de Estados Unidos, Perú tuvo a varios tenistas de gran nivel, como Jaime Yzaga, Pablo Arraya y Luis Horna.