El aeropuerto de Fisherton se transformó ayer en una gran pasarela de estrellas del fútbol mundial que desembarcaron en Rosario para participar del casamiento de Lionel Messi y Antonela Roccuzzo, que se celebrará esta noche en City Center. Las rutilantes presencias provocaron una aglomeración de cámaras de medios nacionales e internacionales. Hasta allí también llegaron curiosos, que buscaron afanosamente sacarse una selfie con algunos de sus ídolos deportivos.
Desde temprano y con la información latente del arribo de al menos tres aviones privados que traían invitados especiales, la planta alta de la aeroestación se fue llenando de periodistas, camarógrafos y pequeños grupos de jóvenes, entre ellos una rosarina que llamó la atención por llevar puesta la camiseta de Brasil. "Mi ídolo es Neymar", dijo y después de unas horas se retiró porque el jugador brasileño, que se especuló que llegaba ayer, demoró su arribo.
Desde las ocho se puso en marcha un fuerte operativo de seguridad con policías y gendarmes en las principales arterias que comunican el aeropuerto con City Center. En total, participaron de este dispositivo 450 agentes.
Los focos de las cámaras se pusieron en pie poco después de las 10, cuando aterrizó un vuelo privado del que descendieron integrantes del plantel del Barcelona.
Así, tocaron suelo rosarino los defensores Jordi Alba, Carles Puyol y Samuel Umtiti; los mediocampistas Xavi Hernández, Sergio Busquets y Césc Fábregas, y el delantero Samuel Eto'o. La mayoría llegó con sus respectivas parejas. Antes de ingresar a la terminal, los jugadores se tomaron una selfie en plena plataforma operativa, que inmediatamente recorrió el mundo por las redes sociales.
Un rato antes habían llegado a Rosario en un vuelo regular el ex arquero del Barcelona, José Manuel Pinto, y el manager Pepe Costa. Casi pasan desapercibidos.
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La expectativa por la llegada de famosos al aeropuerto generó también alguna decepción y hasta escenas cómicas. Así, no fueron pocos los que se desilusionaron cuando tras el arrribo de un vuelo privado descubrieron que el pasajero que descendía era un empresario del sector seguros que venía a la ciudad, y no un astro futbolístico amigo de Messi. Otros sonrieron cuando una mujer descendió de un vuelo regular proveniente de Iguazú y posó con aires de diva al ver la cantidad de fotógrafos.
Después de las 13, aterrizó proveniente de Montevideo el vuelo privado que trajo a la ciudad al delantero uruguayo Luis Suárez, compañero de Messi en el Barcelona, quien llegó junto con su mujer, hijos y amigos. Mate en mano, se subió a una camioneta con vidrios polarizados.